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esulta penoso observar cómo el impulso de agendas personales, que en muchas ocasiones nada tienen que ver con los deseos y necesidades de sus gobernados, lleva a las autoridades de un país a imponer voluntades en organismos internacionales, restándoles su posible efectividad, impacto y validez como interlocutores en procesos de paz social y desarrollo económico.Recién celebrada la Cumbre Mundial de la ONU por su 60 aniversario, se sigue observando cuán inútil es la existencia de la organización. Si de hecho ya lo había mostrado en varios capítulos, para no ir más lejos: la guerra de Irak. Se percibe tanto su inutilidad, dado que se imponen agendas e intereses, para justificar acciones en contra de la paz mundial, pese a que se arguya en contrario.
En la cumbre recién celebrada, pudiendo imponerse como criterios orientación de su acción futura para el organismo, aquellas referidas a pobreza, equidad de género, salud, educación y sustentabilidad, se privilegió la aprobación de un consenso (con los disensos de Cuba y Venezuela), favorable a los intereses del gran capital: reforma interna de la ONU y combate al terrorismo[1].
Solo que aquí falta definir operacionalmente qué es lo que entiende la ONU por terrorismo, dado que existen casos documentados y juzgados (como el de Luis Posada Carriles) en que el terrorismo es patrocinado por alguno de esos países o grupos afines ideológicamente, contra sus rivales. A como se ve el asunto me parece que la definición que tienen es: terrorista es quien ataca al gran capital, el que ataca a mis rivales, es un patriota.Pudiera plantearse la pregunta, ¿qué no es más importante el combate a la pobreza, la salud, la educación, la lucha contra la discriminación, la equidad de género y la sustentabilidad que la reorganización de la ONU o el terrorismo?Conste que no hago apología del terrorismo, ni apruebo sus métodos, ni justifico sus acciones, sin embargo no puedo menos que pensar, si las carencias referidas no son caldo de cultivo para el encono, el odio, el rencor contra un sistema económico que sienten que los margina y explota.Las experiencias mexicanas de los movimientos sociales y políticos de los años 70, la guerrilla urbana y los movimientos en la sierra de Genaro Vázquez y Lucio Cabañas, así como su desembocadura en los movimientos del Ejército Zapatista y el Ejercito Popular Revolucionario, indican que las décadas de marginación y pobreza, generan reclamos que en ocasiones toman la vía armada, para exigir su solución. La pobreza es un detonante social tan drástico, que el hecho de padecerla, o que la padezcan los seres queridos, lleva a la gente a un grado de desesperación tal, que realizan actos que comúnmente no realizarían, así los pongan al margen de la ley. Por ahí escuché a alguien decir: la ley dura, hasta que la tripa aguante. Si hay hambre, marginación y pobreza, si no hay justicia social, si el gobierno no trabaja por ella, es evidente que algunos la buscarán por mano propia.Por eso era importante que en la ONU se aprobara un consenso que guiara sus esfuerzos en serio hacia la lucha contra la pobreza, deben atacarse las causas para prevenir los efectos.Lo curioso del asunto, es que parece que a los países avanzados, que viven atrayendo migrantes por su nivel de desarrollo, a hacer trabajos que nadie quiere hacer, se contradigan. Por un lado quieren acabar con la migración, pero por otro, no son capaces de atacar las causas de que eso suceda, para lo cual usan un discurso falaz: cada país debe resolver sus problemas internos.Pero la realidad es que si un país empieza a solucionar sus problemas, de un modo que no le agrada al gran capital, se cierne sobre ese país la constante amenaza, la descalificación y el trabajo de zapa, financiando grupos opositores. ¿Por qué importa todo esto? Precisamente, por que no somos sus amigos, somos sus intereses. Los organismos internacionales, al estar financiados con el dinero de los países más poderosos, necesariamente imponen las agendas que les convengan. Caso sonado: el reciente reporte de la OCDE sobre la calidad de la educación en México, en donde se retrata la realidad: las inequidades, problemas de financiamiento, baja calidad de los docentes, menor calidad de los alumnos, etcétera[2]. Eso, es muy bueno que nos lo diga, ya que podríamos poner manos a la obra, lo malo está en la segunda lectura que podamos hacer del informe, cito al maestro Manuel Pérez Ramos, quien puede explicarlo mejor que yo: “Atrás de esta observación su intención es muy clara: poner de rodillas al próximo gobierno. O eleva la calidad educativa privatizando lo más que se pueda la educación pública, o no hay dinero para proyectos de desarrollo. Así actúan los organismos financieros mundiales: detrás de las recomendaciones, está la pistola”[3].Preguntas similares
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