Respuestas
Respuesta:
La Revolución Industrial o Primera Revolución Industrial es el proceso de transformación económica, social y tecnológica que se inició en la segunda mitad del siglo XVIII en el Reino de Gran Bretaña, que se extendió unas décadas después a gran parte de Europa occidental y América Anglosajona, y que concluyó entre 1820 y 1840. Durante este periodo se vivió el mayor conjunto de transformaciones económicas, tecnológicas y sociales de la historia de la humanidad desde el Neolítico,1 que vio el paso desde una economía rural basada fundamentalmente en la agricultura y el comercio a una economía de carácter urbano, industrializada y mecanizada.2
Explicación:
Si nos trasladamos ahora del terreno político al ámbito económico, durante el
último cuarto del siglo XVIII vemos emerger en Inglaterra una serie innovaciones
científico-tecnológicas y de cambios económicos, cuyo desarrollo y difusión
internacional durante el siglo XIX trastocó la estructura de relaciones del capitalismo
mercantil imperante en los dos siglos precedentes. Semejantes mutaciones han sido
denominadas con el término de Revolución Industrial o también de capitalismo
industrial.
3.1.- La Revolución Industrial: consideraciones generales y fases de
evolución
Cuando se aborda el estudio de la Revolución Industrial,
1
resulta imprescindible
aclarar algunos errores generados por la propia literatura científica y que,
afortunadamente, están siendo corregidos.
El primero de ellos tiene que ver con la propia naturaleza de los fenómenos que
incluimos bajo esta denominación. Originariamente la Revolución Industrial se
identificó con los fenómenos de naturaleza tecnológica y económica, es decir con la
industrialización, que estaban provocando cambios decisivos en el sector productivo
de carácter artesanal y en las relaciones de distribución comercial. Esta visión
economicista fue propiciada por el desarrollo paralelo de la ciencia económica, a
partir de la obra de Adam Smith: Investigaciones sobre la naturaleza y las causas de
la riqueza de las naciones (1776), y establecía una relación causal automática entre
la industrialización, el crecimiento de la riqueza y el desarrollo de los países, que ha
perdurado bajo diversas formulaciones hasta las teorías desarrollistas de la década
de los 50 en el siglo XX