Los niños de la era light
oy en día, somos las mamás las que cargamos los paquetes, además de sus chompas,
patines, libros, walkmans, gaseosas, etc., y corremos tras de ellos suplicando que nos
esperen.
En ese entonces los papás se sentaban cómodamente en las sillas delanteras del auto,
mientras que los niños íbamos apretujados atrás, los mayorcitos con los pequeños en
las rodillas y los medianos sentados en el quicio de la banca, pero todos felices porque
nos llevaban a pasear. Hoy, los niños van cada uno en una ventana (incluida a veces la
que debía estar ocupando la mamá), sentados a sus anchas pero peleando porque el
otro los está rozando y renegando porque están aburridos.
Además, era una norma de elemental educación que en cualquier lugar en donde
hubiese adultos las sillas disponibles eran para ellos y, si no había suficientes, los niños
debíamos cederles las nuestras y quedarnos parados o sentados en el piso. Hoy en día
los primeros en echarse en los asientos libres son los niños, mientras los mayores nos
quedamos de pie porque los menores no están dispuestos ni se les ocurre ceder su
puesto.
Parece que por contrarrestar al viejo mundo del autoritarismo, los padres estamos
más interesados en complacer a los hijos que en cualquier otra cosa. No queremos
contrariarlos, no queremos traumatizarlos, no queremos que sufran, no queremos que
se incomoden, no queremos lesionar su autoestima, no queremos verlos aburridos.
Así, estamos tratando de darles gusto en todo lo posible y algo de lo imposible. El
resultado es que los niños están creciendo convencidos de que tienen derecho a todo
a cambio de nada, y que no tienen por qué hacer ningún esfuerzo ni mérito para
hacerse acreedores a lo que pidan.
Sin embargo, tenemos que preguntarnos, cómo van a desarrollar las herramientas
fuerza de voluntad, autocontrol, perseverancia y capacidad de lucha que precisan para
superar los momentos difíciles y los retos que necesariamente se les presentarán en la
vida? Cómo van a aprender la relación esencial que existe entre el esfuerzo y el logro,
entre la perseverancia y la consecución de las metas, entre la lucha y la satisfacción?
Cómo se las van a arreglar ante las adversidades, las pérdidas o las privaciones, si no
las han enfrentado ni aprendido a superar? A través de nuestras exigencias los padres
les estamos dando constantemente lecciones de vida a los hijos. Les enseñamos a
autocontrolarse cuando les demandamos que colaboren, se moderen y se incomoden,
por desagradable que les parezca.
Les ayudamos a desarrollar capacidad de lucha cuando los apoyamos en sus proyectos
y en sus empresas, no cuando los asumimos por ellos. Les enseñamos a apreciar lo que
tienen cuando les permitimos experimentar que todo lo valioso en la vida se logra a
base de trabajar duro para lograrlo. Y así sucesivamente.
Recordemos que como padres nuestra función no es echarnos a los hijos al hombro
para facilitarles la vida, sino echárnoslos al corazón. Es decir, amarlos lo suficiente
como para tener muy presente que el esfuerzo, las molestias, el trabajo duro, o la
moderación no significan el fin de su felicidad sino que son las experiencias a base de
las cuales desarrollarán muchas de las cualidades que precisan para realizarse y
triunfar en la vida
Me ayudan a sacar un resumen por favor es urgente
Respuestas
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Los niños ligth existen por gusto y causa de los padres, que desde pequeños mal crían, mal educan a sus hijos sin hacerles ver la realidad en la vida, quitándoles responsabilidades, valores, y sobre todo enseñarles el respeto hacia los demás yendo por la vida sintiendo que el mundo gira al rededor de ellos y el día que no se les complace o se no salen las cosas, como están acostumbrados, es cuando se les cae el mundo.
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