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Ahí esta espero q te sirva
Hubo una vez un villano tan malvado, llamado Milisforo, que ideó un plan para
acabar con todas las cosas importantes del mundo. Ayudado por sus grandes
máquinas e inventos, consiguió arruinar a todos, pues inventó una poción que
quitaba las ganas de trabajar.
También hizo que la gente no quisiera estar junta, pues a todos infectó con un
gas tan maloliente que cualquiera prefería quedarse en casa antes que
encontrarse con los demás.
Cuando el mundo entero estuvo completamente patas arriba, comprobó que sólo
le quedaba una cosa por destruir para dominarlo completamente: las familias. Y
es que, a pesar de todos sus inventos malvados, de sus gases y sus pociones, las
familias seguían estando juntas. Y lo que más le fastidiaba era que todas
resistían, sin importar cuántas personas había en cada una, dónde vivían, o a qué
se dedicaban.
Lo intentó haciendo las casas más pequeñas, pero las familias se resistían cada
vez más. También destruyó la comida, pero igualmente las familias compartían lo
poco que tenían. Y así, continuó con sus maldades contra lo último que se le
resistía en la tierra, pero nada dio resultado.
Hasta que finalmente descubrió cuál era la fuerza de todas las familias: todos
se querían, y no había forma de cambiar eso. Y aunque trató de inventar algo
para destruir el amor, Milisforo no lo consiguió, y triste y contrariado por no
haber podido dominar el mundo, se rindió y dejó que todo volviera a la normalidad.
Acabó tan deprimido el malvado Milisforo, que sólo se le ocurrió ir a llorar a casa
de sus padres y contarles lo ocurrido. Y a pesar de todas las maldades que había
hecho, sus padres corrieron a abrazarle, le perdonaron, y le animaron a ser un
hombre bueno. Y es que, ¡hasta en la propia familia del malo más malo, todos se
quieren y perdonan todo! ¿No es una suerte tener una familia?
FIN