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Respuesta:
En el año 2006, la Comisión europea, y concretamente la Dirección General de Educación y Cultura ha solicitado un estudio para conocer las percepciones de los ciudadanos de 27 países (25 países miembros actualmente más Bulgaria y Rumania) sobre el tema de la cultura y los valores culturales.
La finalidad del estudio ha estado encaminada a analizar, especialmente:
El significado o significados de la noción de cultura para los europeos en un sentido amplio del término -no limitado a la cultura clásica y a las bellas artes-, así como el lugar que ocupa la cultura en sus vidas.
La percepción de la cultura europea y sus elementos característicos y diferenciadores.
El vínculo entre la cultura y los valores compartidos por los europeos.
El interés por la diversidad cultural europea y por las culturas de los demás europeos.
El rol percibido y esperado de Europa en el ámbito cultural.
La metodología utilizada ha sido básicamente cualitativa, y se ha implementado a través de grupos de debate. Para ello, se conformaron dos grupos en cada país:
Un grupo de nivel social y educativo medio-superior (educación universitaria mayoritariamente): compuesto por gerentes de empresa, profesionales liberales, ejecutivos y mandos intermedios.
Un grupo de nivel social y educativo medio-bajo (enseñanza secundaria): en el que han participado artesanos y pequeños comerciantes, empleados y obreros.
Cada unos de estos grupos ha reunido a hombres y mujeres de 20 a 55 años.
SÍNTESIS DE LOS RESULTADOS
Se observa una amplia convergencia de percepciones sobre la noción de cultura entre las personas entrevistadas.
La educación, las tradiciones y la forma de vida se perciben como nociones intrínsecamente ligadas a la cultura. Los participantes también asocian el conocimiento, la civilización y el tiempo libre a la cultura, pero de una forma más indirecta y ambivalente.
La cultura es una noción muy positiva y, a su vez, muy valorada entre los participantes. Se considera un elemento fundamental para el enriquecimiento y el desarrollo de las personas.
Así como existen diferentes perspectivas en torno a la noción de cultura, también se percibe una cultura en singular y culturas en plural, y prácticas de consumo cultural (o de producción personal) variadas.
Entre los obstáculos más comunes que impiden a la persona el acceso a la cultura se señalan: escasez de medios económicos, falta de tiempo, desigual disponibilidad de la oferta o de la información sobre las actividades culturales, obstáculos de carácter psicológico, etc.
En conjunto, los participantes se declaran “buenos consumidores” de cultura. Se advierte una clara diferenciación entre los dos grupos consultados respecto a los bienes culturales consumidos:
Los grupos de nivel medio-superior tienden a mencionar espontáneamente actividades culturales socialmente valorizadas: lectura, teatro, museos y exposiciones, conciertos…
En cambio, los grupos de menor nivel educativo señalan prácticas culturales en un sentido más amplio: tiempo libre, viajes, deportes…
En cuanto al rol de las nuevas tecnologías, en principio señalar que éstas se asocian casi exclusivamente con internet en todos los estados y grupos. Internet, de forma unánime, se considera una formidable herramienta de acceso a la cultura, que reduce tiempo –por la rapidez en la respuesta- y espacio –disponibilidad en el domicilio y horaria-.
El estudio también analiza la percepción de la cultura europea y sus elementos característicos y especificidades. En este sentido, se advierte el sentimiento de pertenencia a una cultura europea, que trasciende hacia lo que se concibe como cultura occidental, sobre todo con rasgos claramente distintivos de la cultura de Estados Unidos o de otras culturas.
La libertad aparece como un valor claramente europeo así como la curiosidad intelectual, el respeto hacia los demás, la tolerancia y la solidaridad.
En su conjunto, los participantes han mostrado un gran interés por el resto de europeos y sus culturas y, particularmente, los entrevistados pertenecientes a los nuevos estados miembros. Las instituciones europeas son entidades que, de forma mayoritaria, deben promover el intercambio cultural. No obstante, las acciones de la Unión Europea en el ámbito cultural son muy poco conocidas.
Dos conceptos son claves en el estudio: diversidad frente a la globalización e intercambio cultural.
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