• Asignatura: Religión
  • Autor: karolynepotereyco
  • hace 3 años

Lee , Evangelio según San Lucas 18,1-8
Jesús les mostró con un ejemplo que debían orar siempre, sin desanimarse jamás: En una ciudad había un juez que no temía a Dios ni le importaba la gente.
En la misma ciudad había también una viuda que acudía a él para decirle: Hazme justicia contra mi adversario. Durante bastante tiempo el juez no le hizo caso, pero al final pensó: Es cierto que no temo a Dios y no me importa la gente, pero esta viuda ya me molesta tanto que le voy a hacer justicia; de lo contrario acabará rompiéndome la cabeza.»
Y el Señor dijo: ¿Se han fijado en las palabras de este juez malo?
¿Acaso Dios no hará justicia a sus elegidos, si claman a él día y noche, mientras él deja que esperen? Yo les aseguro que les hará justicia, y lo hará
pronto. Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?».

Jesús les propone a sus discípulos una parábola (Lc 18,1-8), para inculcarles la importancia de la oración, cuya finalidad serían las siguientes:
Ø Debe ser perseverante; No debe desfallecer, siempre y en todo momento se debe orar.
Ø Debe ser confiada; Se debe tener la certeza de lo que se pide por la perseverancia será escuchado y concedido.
Ø Debe ser humilde; La oración debe brotar de un corazón humilde no engreído, tal y como lo enseña la parábola del fariseo y el publicano.


Las oraciones recitadas no deberían ser la única forma en que oramos. La oración debería siempre ser una conversación, no tan solo un monólogo. En la conversación de la oración, somos cambiados (“convertidos”, literalmente) por nuestra escucha y atención a la palabra de Dios. Dios nos habla en formas muy reales, por lo que es importante procurar momentos de oración en silencio, pasando tiempo meditando sobre la Escritura, poniéndonos en presencia del Santísimo Sacramento y orando en los eventos de nuestra vida por la gracia, a fin de ver las situaciones como las ve Dios. Jesús prometió estar siempre con nosotros y el Señor fue muy claro acerca de las formas específicas en que podemos
experimentar su presencia. Al igual que para los discípulos de camino a Emaús en Lucas 24, la Eucaristía y la Escritura siempre serán sitios privilegiados de encuentro cuando busquemos al Señor en la oración. Jesús también se nos hace presente a través de sus testigos, santos varones y mujeres que viven el misterio de la muerte y resurrección de Cristo.





La oración que Jesús nos enseñó II Página 1

Jesús se nos presenta a través del Espíritu Santo al grado de que nos promete que el Padre no negará el don del Espíritu a nadie que de forma sincera y persistente se lo pida (Cf. Lucas 11,13). Sabemos dónde encontrar a Jesús, tanto nos ha revelado nuestro Señor. Ahora depende de nosotros darnos el tiempo para pasarlo con Él.


De acuerdo a lo leído:

1. ¿Cómo debe ser una oración?
2. ¿A quién le hablas tú cuando tienes alguna dificultad en la vida?
3. ¿Qué he aprendido hoy?
4. ¿Hasta qué punto estás de acuerdo o en desacuerdo sobre la necesidad de orar?
5. ¿Qué has aprendido de ti mismo?

Respuestas

Respuesta dada por: aidepenalber178
2

Respuesta:

1- una oración debe ser muy sincera ,debes orar a Dios pidiéndole lo que necesites y contándole tus problemas...

2-Solamente a Dios xq el es el único que puede hacer algo que es imposible para el hombre y también cuando todos te dan la espalda el es el único que se queda en las buenas y en las malas

3- que todo depende de nosotros para darnos el tiempo para el

4-estoy de acuerdo con que siempre hay que orar

5-

Respuesta dada por: yisuschamp
0

Respuesta:

Mucho Texto xDDD

Explicación:

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