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Explicación:De verdad nos engañan tanto los medios de comunicación?
La manipulación informativa ha conformado una subjetividad que entiende la realidad de acuerdo al discurso dominante. En un contexto en que el control sobre la población se da de forma indirecta y encubierta, el poder encuentra así una manera sutil y eficaz de influir sobre la sociedad
Los grandes medios de comunicación tratan de hacernos llegar informaciones orientadas en una dirección determinada, sesgadas o simplemente manipuladas. Tal afirmación resulta a estas alturas una evidencia para una parte cada vez mayor de la población. Tan evidente como que cuando los medios llevan a cabo esta maniobra están trabajando en la defensa de los principios y los valores que el modelo neoliberal y la economía de mercado necesitan introducir entre la sociedad de la manera más cómoda, neutra y eficaz posible.
No nos debería sorprender, por tanto, que incluso en un contexto en el que el concepto de verdad ha ido perdiendo peso progresivamente, los contenidos que emiten los grandes medios se presenten ante la opinión pública como imparciales y aun como objetivos. Aquellas instancias que ejercen la dominación en sus distintas formas, empezando por el Estado y siguiendo por el poder financiero, han reclamado desde siempre el monopolio en el uso de la fuerza. Pero también en el campo de la información. Esto explica que lo que se emite a través de los grandes medios siga teniendo una capacidad de influencia muy elevada. La capacidad para imponer qué es lo verdadero e incluso qué discursos pueden hacerse un hueco en la sociedad y cuáles carecen por completo de sentido, sigue en la actualidad en manos de una minoría con el poder suficiente para determinar y legitimar ante la población una imagen concreta de la realidad. Así se puede ver en el Estado español, donde un reducido número de gigantes empresariales –Unidad Editorial, Vocento, Prisa, Planeta e incluso la Conferencia Episcopal– controla casi todo el espectro comunicativo que día tras día invade las casas, nuestros centros de trabajo y de ocio.