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Respuesta:A la muerte del emperador Teodosio I, el Imperio romano se dividió a efectos administrativos en dos mitades. Arcadio, hijo mayor de Teodosio I, quedó a cargo del trono del Imperio romano de Oriente, mientras que a su hijo menor, Honorio, fue nombrado emperador del Imperio romano de Occidente.
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espero que te ayude
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La idea de dividirlo en dos fue de un emperador llamado Diocleciano, que gobernó entre 284 a 305 d.C. Se basó en las divisiones de poder temporales que habían tenido algunos césares antes. Fueron esos antecedentes los que le hicieron maquinar la idea de que el Imperio Romano ya se había convertido en un territorio demasiado extenso para ser gobernado por un solo una persona.
Roma había vivido 50 años de convulsiones internas en donde apenas alguien tomaba el poder, moría violentamente. Él mismo se rebeló ante el emperador que le precedió, Carino.
Como Diocleciano se percató de que todos los emperadores eran asesinados y razones nunca faltaban, prefirió dividir el imperio en dos pedazos, administrativamente hablando. El dividió por primera vez el imperio (aunque no fue lo mismo que la división de Teodosio) con un amigo, Maximiano quien más bien era manipulado por Diocleciano, pero no duro mucho ya que se convirtió en una tetrarquia. Diocleciano estaba tan preocupado con la idea de que lo asesinaran, que tenía que dividir más y más los poderes al mismo tiempo que limitaba el de los demás. Así, cada parte fue responsable de elegir a un “sucesor activo”, una especie de “sub-emperador” al que le cedieran algunas tierras para que fuesen cuatro administradores y estuvieran más centrados en sus labores (aunque él mismo eligió también el de su colega). Después propuso que tanto él como Maximiano se jubilarían después de 20 años, cediendo pacíficamente el trono a sus respectivos herederos pre-seleccionados. Ahora éstos se convertirían en Augustos, nombrarían a sus herederos enseguida y así por otros 20 años seguiría rodando la sucesión. En el este ya empezaban a aparecer los “Cesares”.
Después más o menos los herederos se fueron matando, uniendo el imperio y volviéndolo a dividir, esto lo hicieron Constantino I e hijos (Constantino II, Constancio II y Constante). Al que le tocó dividir por última ocasión el imperio fue a Teodosio I el Grande, que temiendo que sus hijos pelearan dividió el imperio en dos, pensando que cuando uno muriera el otro reunificaria el imperio, al fin y al cabo, eso ya había pasado. Pero no, Arcadio y Honorio tuvieron largos reinados, donde los hijos de cada uno los heredaron, y estos descendientes no tenían la intención de unir el Imperio otra vez, su pasión era pasarse los problemas o ignorar los problemas del otro.
Roma había vivido 50 años de convulsiones internas en donde apenas alguien tomaba el poder, moría violentamente. Él mismo se rebeló ante el emperador que le precedió, Carino.
Como Diocleciano se percató de que todos los emperadores eran asesinados y razones nunca faltaban, prefirió dividir el imperio en dos pedazos, administrativamente hablando. El dividió por primera vez el imperio (aunque no fue lo mismo que la división de Teodosio) con un amigo, Maximiano quien más bien era manipulado por Diocleciano, pero no duro mucho ya que se convirtió en una tetrarquia. Diocleciano estaba tan preocupado con la idea de que lo asesinaran, que tenía que dividir más y más los poderes al mismo tiempo que limitaba el de los demás. Así, cada parte fue responsable de elegir a un “sucesor activo”, una especie de “sub-emperador” al que le cedieran algunas tierras para que fuesen cuatro administradores y estuvieran más centrados en sus labores (aunque él mismo eligió también el de su colega). Después propuso que tanto él como Maximiano se jubilarían después de 20 años, cediendo pacíficamente el trono a sus respectivos herederos pre-seleccionados. Ahora éstos se convertirían en Augustos, nombrarían a sus herederos enseguida y así por otros 20 años seguiría rodando la sucesión. En el este ya empezaban a aparecer los “Cesares”.
Después más o menos los herederos se fueron matando, uniendo el imperio y volviéndolo a dividir, esto lo hicieron Constantino I e hijos (Constantino II, Constancio II y Constante). Al que le tocó dividir por última ocasión el imperio fue a Teodosio I el Grande, que temiendo que sus hijos pelearan dividió el imperio en dos, pensando que cuando uno muriera el otro reunificaria el imperio, al fin y al cabo, eso ya había pasado. Pero no, Arcadio y Honorio tuvieron largos reinados, donde los hijos de cada uno los heredaron, y estos descendientes no tenían la intención de unir el Imperio otra vez, su pasión era pasarse los problemas o ignorar los problemas del otro.
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