Question

Hace mucho tiempo, en una pequeña aldea, vivía un aguador que se pasaba los días trayendo agua desde un pequeño manantial que estaba en las afueras. Cada día, se levantaba antes que el sol y, tras desayunar, colocaba dos contaros a ambos lados de una gruesa barra de madera que, a su vez, apoyaba en sus hombros. Y así, con la alegría en el cuerpo y una sonrisa en el alma, comenzaba su camino. Aunque ambos cántaros eran parecidos, había una diferencia importante entre ellos: uno era nuevo, mientras que el otro tenía una pequeña grieta en uno de sus costados, por la que perdía agua en su diario caminar. El aguador hacia todos los días su camino encorvado por el peso de las vasijas, con cuidado de no tropezar en el terreno. Apenas alzaba la vista a derecha o izquierda. Un día, llegada ya la primavera, se fijó y le sorprendió lo que vio. Un lado del camino estaba seco y polvoriento, como todo el terreno, mientras que el otro era todo un reguero de flores desde el manantial hasta la casa. El aguador comprendió y sonrió. El cántaro nuevo había prestado muy bien su servicio cada día, llegaba lleno y estaba muy contento, cumplía a la perfección su trabajo. El cántaro herido estaba triste; pero cuando vio sonreír al aguador, él también sonrió, su agua perdida preparó la tierra para la vida, y el camino se llenó de flores y de colores.
1. ¿Qué quiere decir “el agua perdida preparó la tierra para la vida”?

2. ¿Es posible que una persona haya hecho mucho bien sin darse cuenta?

3. ¿Cuál es el talento que estoy cultivando más para en el futuro ver los frutos?

Ayuda xfa doy corona

Answer 1

Pregunta:

¿Qué quiere decir “el agua perdida preparó la tierra para la vida”?

Respuesta: Pues, el cántaro perdia toda su agua en todo el camino, cada dia, sin que el aguador y el supieran que estaban dando vida y cuidando de esas plantas.

Pregunta:

¿Es posible que una persona haya hecho mucho bien sin darse cuenta?

Respuesta: Si muchas veces pasa eso, uno nunca sabe que le puede estar pasando a otra persona o en la situación que esté, o si hemos salvado la vida de alguien con tan solo alguna palabra o acción.