• Asignatura: Filosofía
  • Autor: jhoanreneta
  • hace 3 años

principales ideas del filósofo Fernando Gonzales ​

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Respuesta dada por: FannyAceves
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Fernando González es, sin duda, nuestro pensador más original. No tanto por la novedad de sus propuestas como por su libertad de espíritu. Su pensamiento no pretende ser una filosofía sistemática, sino un canto a la vida nuestra, a la vida colombiana.

FGO se deja impresionar por la forma como se manifiesta la vida en nuestra tierra: en aquellas alturas de Antioquia «la vida era una atracción universal de mundos y seres impulsados por el ansia del devenir».

Entonces, hacer filosofía es ir de viaje: «Somos aficionados a la filosofía y a los viajes», pues «caminar es el gran placer para el cuerpo».

Por esto, opta a favor de la vida y, desde la misma, lucha contra todo lo que impide vivir y autoexpresarse al hombre latinoamericano: «Quiero tener la inocencia de la vida griega y que en Colombia me llamen impuro. Prefiero ser hijo de la vida, palpitante, armonioso, y no un santo de palo, como esos suramericanos hijos del pecado y de la miseria».

La intensidad del viaje depende del ritmo. Dejemos, pues, que la vida se nos revele durante el viaje como una intuición.

La filosofía

FGO ejerció la filosofía, antes que nada, como crítica desideologizadora o «desnudadora» de todos aquellos fanatismos que se oponen a la libre expresión de la vida.

Pensar, en Fernando González, es un vicio: una pasión. Pensar es expresión de la energía vital.

En sus críticas a la Colombia tradicional, FGO se inspira en Nietzsche. Nietzsche, en cuanto predicador del goce dionisíaco y de la energía vital. De aquí su concepción del pensamiento como un arma afirmadora de la vida.

Colombia es el «comunismo ideológico» porque aquí no hay ideas propias. Hay que desnudar el catolicismo mojigato y los sistemas filosóficos, en particular la escolástica, para abandonarlos como excreciones: «¿A qué se parecen los filósofos sistemáticos? A rumiantes de cuernos temporales que se resistieran a abandonarlos en la primavera». La explicación mata aquello que quiere explicar.

Acordándose de su expulsión del colegio de los jesuitas de Medellín por criticar la silogística escolástica, cree que estamos perdidos desde que no se pudo probar el primer principio. Pero esta falta de seguridad (abandono) «aumentó la cantidad de suerte y azar en nuestro pobre vivir». Por lo que, perdidos, «nos guía por la vida […] la huella que dejaron en nuestra alma de niño tres mujeres: la madre, la Hermana Belén, y tú, Margarita».

De aquí su particular concepción del objeto de la metafísica y de la lógica: «Para nuestras encantadoras lectoras queremos anticipar que nuestra metafísica es efímera, agradable y esferoide como los encantos de sus cuerpos». «La lógica […] es el orden en el espíritu. [C]onsiste en obrar de modo que cada acto encierre en sí el efecto apetecido», es decir, que cada acto sea una manifestación coherente de la vida. «¡Cuán bella es la vida para el metafísico! Es él quien percibe lo que hay debajo de los fenómenos; el que adivina el hilo madre que sirve de eje para la tela efímera del devenir. ¡Y generalmente se percibe a sí mismo como esencia!».

FGO se considera a sí mismo un amante aficionado y casto de la filosofía. El filósofo es un aficionado porque es un amante: un buscador de la verdad y es casto en el sentido de que para el filósofo está reservada una mirada inocente sobre la vida. «Somos en un noventa y nueve por ciento amantes, y el resto filósofos, pero filósofos del amor».

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