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El ser humano es creador por naturaleza. Creamos herramientas, aparatos que nos facilitan la vida, construcciones, muebles, arte, instrumentos musicales con los que transgredir los límites de la voz… Creamos nuestro mundo. Desde peques, garabateamos y jugueteamos con colores, bloques de construcción o plastilina, dando forma a ese «algo» que nos nace de dentro. Tal vez no seamos conscientes de ello, pero es el instinto creador que nos empuja. El acto de diseñar es el arte de confeccionar y dar funcionalidad a esa creación.
El diseño nos ha acompañado durante toda nuestra historia, desde mucho antes de convertirse en una disciplina y ser perfeccionado como profesión. Hoy, según define Wikipedia, podemos entenderlo «como el proceso previo de configuración mental, «pre figuración», en la búsqueda de una solución en cualquier campo. (…) El diseño involucra varias dimensiones que van más allá del aspecto, la forma y el color, abarcando también la función de un objeto y su interacción con el usuario. Durante el proceso se debe tener en cuenta además la funcionalidad, la operatividad, la eficiencia y la vida útil del objeto del diseño.» Es decir, es la búsqueda de la eficiencia, la funcionalidad y la usabilidad a la hora de solucionar una necesidad.
Dentro de este amplio ámbito de trabajo, encontramos diferentes aplicaciones. Así tenemos el diseño gráfico, definido como «una profesión y disciplina académica cuya actividad consiste en proyectar comunicaciones visuales destinadas a transmitir mensajes específicos.» (Wikipedia). Puesto que la vista es la principal fuente de información para la mayoría de la población, el diseño gráfico es muy útil para dar forma a nuestras comunicaciones y conseguir que sean atractivas y claras.
(1) Intenta que la mayoría de elementos sean funcionales desde lo comunicativo. Lo gráfico nos da mucho pie a jugar con la estética y a embellecer el mensaje, de forma que muchas veces creamos verdaderas obras de arte. Incluir muchos elementos cuya función en meramente ornamental o estética, no comunicativa, puede abarrotar el diseño e incluso invisibilidad el mensaje.
(2) Evita dar a los elementos ornamentales o estéticos un lugar principal, de manera que no distraigan la atención del contenido. En el punto anterior decía que hay que evitar estos elementos, pero no significa que no podamos «colar» alguno. Simplemente asegúrate de que tu diseño no resulta abarrotado y está lleno de distracciones.
(3) Evita colocar texto sobre imágenes o fondos cambiantes, con degradados o sin contraste, dificultan la lectura. Esto es un ejemplo de con que facilidad los elementos estéticos pueden asumir un papel destacado en nuestro diseño; un papel que en realidad no queremos darles.
(4) Destaca la jerarquía de la información de forma coherente y genera estándares. Recuerda que mantener el formato en los elementos (títulos, cuadros de ayuda, destacados…) a lo largo del documento da coherencia al diseño y facilita el aprendizaje de la estructura, lo que hace el diseño más amigable y cómodo.
(5) Procura que los diferentes niveles en la jerarquía de la información puedan diferenciarse cómodamente. Es decir, evita diseños minimalistas donde las diferencias entre niveles son difíciles de percibir. Por ejemplo un diseño donde la diferencia entre un título y el cuerpo de texto es únicamente el color de la letra. Añade parámetros más perceptibles, como el tamaño de la letra, marcos y formas. Acuérdate de identificar correctamente el texto con estilos de párrafo. De esta manera las personas ciegas tendrán información sobre la jerarquía aunque los elementos que diferencian los niveles sean visuales.
(6) Asegúrate de que ofreces formatos alternativos al contenido que es exclusivamente gráfico. Incluye una descripción de las fotografías e imágenes. Evita utilizar exclusivamente iconos para comunicar ideas, acompaña el icono de su palabra correspondiente.
(7) Una buena táctica para usar el color, es reservar tonos oscuros para el contenido y dejar los tonos claros para fondos o elementos estéticos. De esta manera creamos un buen contraste de la información y evitamos que lo superfluo destaque. Además, jugar con fondos de diferentes colores pastel o claros nos da una oportunidad extra de ordenar visualmente la información y que resulte más amigable a la vista, peo sin que el diseño moleste a aquellas personas que utilizan lupas y no tienen una visión global del documento.
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jijijaja
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