¿por que crees que debemos promover acciones solidarias ?Ayudaaaa porrrr faaaa doy coronita y los sigooo
Respuestas
La solidaridad y el altruismo conllevan actitudes para el servicio a la sociedad y alcanzan su verdadera dimensión si, para ayudar a otros, se renuncia a beneficios propios que son muy valorados. Los niños necesitan recibir ayuda de sus padres para establecer relaciones positivas con las personas de su entorno y reforzar las conductas solidarias hacia ellas. De este modo, contrarrestan el ejemplo que reciben constantemente de conductas negativas y contravalores como el egoísmo, la envidia, la intolerancia, la ambición, el autoritarismo, el abuso, etc. En el entorno del niño hay demasiados modelos de comportamiento insolidario: tratar de acaparar todo para uno mismo, incluso el cariño y las atenciones, fastidiar y atacar a los demás con acciones y palabras, ver sólo los defectos de los otros y nunca las virtudes, las críticas destructivas y los falsos testimonios, imponer el propio criterio por la fuerza, física o verbal, etc.
Con frecuencia, al hablar de solidaridad nos referimos a identificarnos con los más necesitados, éstos suelen ser personas anónimas a quiénes desconocemos. También hablamos de ser solidario con países en desarrollo o que han sufrido alguna catástrofe. Ser solidario en estos casos es muy positivo, pero la solidaridad debe comenzar por el comportamiento con las personas cercanas de nuestro entorno y por las acciones concretas con personas que, muy cerca de nosotros, necesitan ayuda.
En los últimos tiempos se ha impuesto la competitividad generalizada. Esta actitud conduce al individualismo, al egoísmo y a la “moral del éxito” donde “todo” vale para el triunfo personal, donde se considera al otro como un enemigo potencial que puede disputar aquello que se desea. Los propios sistemas educativos son competitivos y discriminatorios. No se valora el esfuerzo, la bondad, la generosidad, el altruismo y otros valores de los niños, sólo es importante el rendimiento escolar: las notas. No se estudia por placer, por enriquecimiento personal, sino por lograr unas notas. Los niños interiorizan que las notas miden lo que valen, no lo que saben. Piensan que deben destacar, vencer y triunfar sin importar los medios que utilicen, cualquier cosa es válida si se consigue fama, poder y dinero. Los medios de comunicación y la sociedad en general contribuyen a fomentar este espíritu bélico y este tipo de violencia. La rivalidad estimulante es positiva para el niño, sin embargo, debe compatibilizarse con una forma de vida cooperativa y solidaria.