Respuestas
La COVID-19 afecta de distintas maneras en función de cada persona. La mayoría de las personas que se contagian presentan síntomas de intensidad leve o moderada, y se recuperan sin necesidad de hospitalización.
Los síntomas más habituales son los siguientes:
Fiebre
Tos seca
Cansancio
Otros síntomas menos comunes son los siguientes:
Molestias y dolores
Dolor de garganta
Diarrea
Conjuntivitis
Dolor de cabeza
Pérdida del sentido del olfato o del gusto
Erupciones cutáneas o pérdida del color en los dedos de las manos o de los pies
Otra variante identificada por primera vez en India (B.1.617) ha causado cierta alarma porque presenta dos mutaciones en la proteína Spike (E484Q y L452R) capaces de reducir el efecto de anticuerpos en el laboratorio. Pero no hay evidencia por el momento de que la variante sea más transmisible o resistente a las vacunas. Es motivo de alerta, pero no de alarma, dicen las personas expertas
Un estudio en EE. UU. con casi 40.000 personas sin síntomas de COVID-19 indica que las vacunas también reducen las infecciones asintomáticas.
De las 2,5 millones de muertes por COVID-19 registradas hasta fines de febrero de 2021, 2,2 millones (el 88%) ocurrieron en países donde más de la mitad de la población sufre de sobrepeso, según un estudio del World Obesity Forum. Y un estudio en EE. UU. confirma que la obesidad es un factor de riesgo para la hospitalización y muerte, particularmente en personas menores de 65 años.
Un estudio proporciona una posible explicación molecular a la asociación entre el grupo sanguíneo A y el mayor riesgo de enfermar gravemente de COVID-19. El dominio de unión al receptor (RBD) del SARS-CoV-2 se une también a antígenos del grupo A que se expresan en las células epiteliales del tracto respiratorio, pero no en los glóbulos rojos.
Un análisis retrospectivo sugiere que el uso de estatinas reduce las muertes por COVID-19. Las y los autores compararon 648 pacientes que tomaban regularmente estatinas antes de enfermar con 648 pacientes equivalentes que no tomaban estatinas. La mortalidad en el hospital en los primeros 30 días fue de 14,8% versus 26,5%.
Dos estudios señalan la activación de los neutrófilos como un indicador predictivo de COVID-19 grave y muerte. Uno de ellos encontró que las personas con desenlace desfavorable mostraban una mayor activación del sistema inmune innato, particularmente los neutrófilos, en el momento de ingresar al hospital. El otro, encontró un aumento en los marcadores de activación de los neutrófilos el primer día de hospitalización en aquellos pacientes que más tarde acabaron en terapia intensiva.