Respuestas
Respuesta:
1. Solidaridad genuina: se multiplican los buenos ejemplos de vecinos que se ayudan unos a otros, adultos sanos que están evitando muertes de mayores y personas vulnerables con sus buenos hábitos diarios, empresas como las de contenidos que los regalan temporalmente para hacer más llevadero el necesario confinamiento.
2. Unión entre distintos: entre partidos políticos (donde la oposición está apoyando a gobiernos en sus drásticas medidas sin sacar ventaja electoral) o entre países (como la cesión de equipos de China a Italia para afrontar la epidemia).
3. Reconocimiento social: se extiende una corriente espontánea y potente de apoyo al ejemplar trabajo y compromiso de los profesionales sanitarios. Un gesto necesario, lógico y que tendríamos que continuar en tiempos de bonanza para este colectivo que está infravalorado social y económicamente.
4. Comprensión profunda: de lo frágil e interrelacionada que está nuestra Tierra o del “efecto mariposa” (cómo un pequeño mal hábito en una parte del mundo impacta el equilibrio mundial), de lo importante que es la salud, de lo complejo, lento y costoso que es descubrir vacunas o medicamentos eficaces para nuevas enfermedades.
5. Autorresponsabilidad: del impacto de nuestros hábitos en los demás, de lo conveniente que es en ocasiones tomar decisiones difíciles que nos perjudican a nivel individual pero benefician a la comunidad, de cuán cierto es este proverbio africano: “para cuidar y enseñar a un niño hace falta la tribu entera”.
6. Coraje: de muchos profesionales y, en especial, de los sanitarios. Hombres y mujeres que enfrentan a diario este virus con valentía, rigor, resiliencia y generosidad (anteponiendo el interés general al personal y el de su propia familia). Y además en muchas ocasiones trabajando con insuficientes medios materiales. Una lección sobre lo que significa vivir guiado por un propósito elevado de servicio a los demás.
7. Agilidad: esta crisis nos vuelve a demostrar la importancia de aprender rápido, escuchar y aprender de los demás y ser ágiles en decisiones complejas y sin toda la información en este mundo tan incierto y cambiante.
8. Cercanía y conexión: se nos abre la oportunidad de disfrutar de más tiempo con la familia, de conectar virtualmente con amigos, de disfrutar de las pequeñas actividades domésticas.
9. Reflexionar para mejorar: estar confinado puede ser una maldición o una bendición si encontramos tiempo para detener nuestro ritmo frenético y meditar sobre nuestra vida y cómo mejorarla.
10. Optimismo y resiliencia: hoy es un buen momento para pensar en grande, mirar al futuro con ilusión y realismo y aprovechar la oportunidad de reinvención de toda crisis. Todo ello siendo conscientes que los remedios serán posiblemente lentos y difíciles.
Explicación:
Respuesta:
No desesperarse es Wena idea pos también tener valentía y enfrentarlo con la frente en alto