Respuestas
Respuesta:
consintiendolos, llevándolo a pasear, dándole comida
Respuesta:
Explicación:
Síntomas para detectar la tristeza en tu perro
Si cuando llegamos a casa nuestro perro no sale a recibirnos, observamos cambios en su conducta, notamos una apatía prolongada o que no le apetece jugar como antes, podemos dar por seguro que nuestro amigo canino no está pasando por un buen momento emocional. Estos son sólo algunos síntomas que suele presentar nuestro perro cuando se siente triste o deprimido, sin embargo, hay más pistas que nos indican su falta de ánimo y rasgos comunes que nos deben de alertar.
Te mostramos los más significativos a tener en cuenta para poder identificar la causa del problema lo antes posible y poder darle solución.
Pérdida de apetito o trastornos alimenticios.
Duerme en exceso. Se siente somnoliento casi todo el día.
Pérdida de interés por sus rutinas diarias y su entorno. No le apetece jugar ni interactuar con las personas que le rodean.
Aúlla o gime a menudo sin motivo. Incluso a veces puede mostrarse ansioso y con un comportamiento agresivo.
Se mueve arrastrando las patas.
Pérdidas de orina e incontinencia fecal cuando duerme.
Conductas compulsivas. Morderse las patas o lamerse en exceso y de forma reiterada.
Se muestra poco afectivo.
Se esconde debajo de las mesas y siempre está huidizo.
Consejos básicos para acabar con la depresión de tu mascota
Para tratar adecuadamente la tristeza de tu perro y que no acabe convirtiéndose en un problema crónico es fundamental identificar muy bien la causa que lo provoca, las cuales, como ya hemos indicado anteriormente, pueden ser muy diversas, desde alteraciones hormonales, patologías importantes hasta una simple alteración en su rutina que le afecta mucho.
En el caso de no haber dado con el problema que provoca su depresión es muy importante acudir a su veterinario de confianza y que un médico especialista, no sólo nos dé un diagnóstico certero sobre la causa que ha motivado su tristeza sino también qué nos aconseje qué pasos debemos seguir para revertir la situación y que nuestro perro recupere su alegría habitual. ¡Aquí te presentamos algunas de las recomendaciones!
Ampliar sus rutinas de paseo. Con esto queremos decir que no nos limitemos únicamente a sacarles a la calle cuando deban aliviar sus necesidades, sino que les demos tiempo y espacio también para jugar, socializar con otros perros y para potenciar y estimular sus sentidos.
Educar y compartir espacio con su dueño. Al ser los perros, animales tan sociales como nosotros es muy importante dedicar un tiempo a interaccionar con ellos cada día mediante el juego, actividades divertidas y estimulantes, además de enseñarles a desarrollar rutinas de adiestramiento con el fin de educarles y que sepan cómo actuar ante diferentes situaciones. Para logar que fije buenos hábitos de comportamiento es muy importante incluir durante el proceso de aprendizaje premios, recompensas sin olvidar las muestras de afecto.
No dejarlos solos en casa mucho tiempo y darles cariño. Dejar a nuestra mascota al margen de nuestras actividades o atarles en la terraza cuando salimos de casa durante demasiado tiempo, hace que se sientan apartados de la familia y que acusen mucho más esa falta de cariño en sus dueños. No sentirse querido unido a su alta sensibilidad emocional aumenta, sin duda, la posibilidad de que nuestro perro sufra depresión.
Introducir cambios en los hábitos de vida de nuestro perro. El tratamiento de la depresión canina implica ciertas técnicas de modificación de conducta y mucha paciencia. El hecho de que los perros sean seres muy sensibles e intuitivos hace que sean más fáciles de tratar y que, por tanto, respondan muy bien a terapias conductuales.
Suministro de fármacos. Darles antidepresivos y ansiolíticos sería la última opción que habría que tomar y sólo en el caso de que las anteriores recomendaciones no hayan surtido efecto. Por supuesto siempre bajo prescripción médica.