cosas malas que hizo keiko fugimori


JosephJoestar1932: robar, robar, robar, corrupción, robar, robar, robar
Kisha05: nacer
Kisha05: ok no

Respuestas

Respuesta dada por: miri2055p8s0lu
3

Respuesta:

Sip es una ipocrita ella es la mas corrupta que todo los demas

Explicaci

 

¿Qué pasó?  

Ensolo dos años, Keiko Fujimori y FP le demostraron al país que, si el gobierno del padre podía ser considerado un mal necesario, ellos constituían, en cambio, un mal innecesario.

Es probable que el origen de la debacle tenga fecha y hora precisa: cuatro de la tarde del domingo 5 de junio de 2016. La pila bautismal de un harakiri político. La televisión anuncia que ha ocurrido lo inimaginable: PPK ha derrotado a Keiko Fujimori por un margen mínimo de votos. Más que una sorpresa electoral, la candidata debe haberlo vivido como una insurrección del cosmos contra su destino presidencial. Y no solo ella. Es histórica la conmoción catatónica que sufrió en televisión nacional un cuadro fujimorista al conocer los resultados. Lideresa y acólitos quedaron con el corazón partido. Y ya lo cantaron los Black Keys: “A broken heart is blind“.

Y ciego ha sido el comportamiento fujimorista desde entonces. Debieron asumir responsablemente que perdieron la presidencia por tener un secretario general investigado por conexiones al narcotráfico y por, luego, adulterar audios que buscaban descalificar dicha denuncia, pero prefirieron considerarse víctimas de un fraude electoral sin prueba alguna. Escribidores amigos inventaron otro analgésico irresponsable: eran víctimas de un veto oligárquico. Los millonarios del Perú le habían cerrado el paso a la humilde chinita. (Que estos la hubieran apoyado sin matices contra el expresidente Ollanta Humala cinco años atrás no importaba). Así, se lamieron las heridas con el bálsamo del fraude electoral y el veto oligárquico. Semejante diagnóstico engendró una política de la revancha. Keiko y su descomunal bancada azotarían a Kuczynski, el presidente que la venció.  

El fujimorismo afronta ahora, simultáneamente, el descrédito popular, procesos judiciales y una bancarrota electoral.  

 

Sin embargo, algo más grave y hondo despuntó en estos dos años de relaciones conflictivas entre el legislativo y el ejecutivo. Los peruanos hemos constatado que el fujimorismo es un opositor eventual de los presidentes pero, sobre todo, es un permanente opositor al Estado de derecho. Debajo de la venganza coyuntural, yace la voluntad maciza y constante de socavar el imperio de la ley.

Este impulso contrario al Estado de derecho se ha evidenciado en diversos ámbitos. En primer lugar, el fujimorismo aparece permanentemente asociado a intereses criminales. Descarriló las iniciativas para fortalecer las facultades de la Unidad de Investigación Financiera en relación con el delito de lavado de activos. Cuando la Superintendencia de Banca y Seguros buscó regular a las Cooperativas de Ahorro —que, se sospecha, sobre todo en zonas cocaleras, sirven para lavar dinero del narcotráfico—, pegaron el grito en el cielo. Por último, desde que estalló un escándalo de corrupción que implica al poder judicial y a la fiscalía, personajes fujimoristas aparecen siempre cercanos a los implicados, y desde el Congreso han buscado protegerlos. Tal vez porque uno de los cabecillas de la red criminal puesta al descubierto asegura reunirse con una tal “señora K”, “de la fuerza número uno”.

En segundo lugar, la mayoría parlamentaria usa la ley como arma política y eso ha provocado que la promulgación de leyes no constituya la generación de reglas de juego, sino el juego mismo. Si el presidente Martín Vizcarra tiene la prerrogativa constitucional de disolver el parlamento en ciertas circunstancias, el Congreso lo modifica inconstitucionalmente desde su propio reglamento. Como consideran que hay un complot mediático contra el fujimorismo, introducen una ley que bloqueaba el gasto del Estado en los medios privados. Si Fujimori regresa a la cárcel, expiden una ley para que las personas en condiciones judiciales y carcelarias idénticas a las del patriarca cumplan sus condenas fuera de prisión.

En resumen, el control total del parlamento utilizado para socavar el Estado de derecho ha dejado al país consternado. El fujimorismo afronta ahora, simultáneamente, el descrédito popular, procesos judiciales y una bancarrota electoral. Sin embargo, reportes de su muerte constituyen una exageración. El futuro está tan abierto como siempre. La irresponsabilidad del poder judicial o alguna situación mal manejada por el ejecutivo podría hacer que los vientos soplen en otra dirección. Pero nada de esto por sí solo rescatará la imagen del fujimorismo si ellos mismos no recuperan una postura responsable. Por el momento prefieren insistir en la irresponsabilidad mitológica. Lo que está ocurriendo, aducen, es un golpe de Estado chavista. Más productivo, en realidad, sería asumir lo que ha sucedido: le han probado al país que son un mal innecesario. Pero prefieren la posverdad. Y en tiempos de Bolsonaro, Orbán y Trump, no está mal recordar que, ya se dijo, la posverdad es el prefascismo.

Adjuntos:

miri2055p8s0lu: Keiko es mala ipo-cri.ta , aun diga que no yo si porq ella ha hecho mucho daño al Peru
miri2055p8s0lu: Si hubiera ido aya ufff como te sintirias , . No vayas a Votar a Keiko . Ella es horrible que otros candidatos
bakugou03: ;-;
bakugou03: 1 yo no vivo en Perú
bakugou03: 2 necesito puntos para un examen
bakugou03: 3 no tengo tiempo para pelear :v
JosephJoestar1932: we, hay 2 opciones y ninguna es viable
Kisha05: JAJAJAJAJA
JosephJoestar1932: N°1: Alberto Castillo = Comunismo
N°2: Keiko Fujimori = Corrupción
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