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Explicación:
I. DE UNA NUEVA SUBJETIVIDAD
REVOLUCIONARIA DE LA CLASE
OBRERA Y LA RECONSTRUCCIÓN DEL
MARXISMO.
1. La actual guerra entre el imperialismo
norteamericano y el pueblo de Irak es sin duda
un acontecimiento que delineará las
características del siglo que comienza.
2. Es por tanto un desafío de primer orden para
el marxismo dar una respuesta teórico—política
que prefigure y contribuya al desarrollo de una
nueva subjetividad revolucionaria desde el
interior del masivo movimiento anti—guerra
que se manifiesta en los principales países
imperialistas y en numerosos países del llamado
tercer mundo. Para desarrollar nuestra reflexión
partimos de la premisa de que las dos guerras
mundiales del siglo XX, tuvieron una influencia
directa en el desarrollo de la subjetividad de la
clase obrera y los grupos sociales oprimidos.
3. La tradición marxista revolucionaria contiene
un rico tratamiento de la problemática de la
guerra como partera de revoluciones. Marx y
Engels pensaron la relación guerra—revolución
desde el punto de vista del desarrollo y
continuidad de las revoluciones burguesas
contra el viejo régimen y como procesos de
constitución de los estados burgueses modernos
(guerras napoleónicas, a su vez la guerra de
independencia española contra la invasión
francesa, etc.). A su vez pensaron las
implicancias político militares de las luchas
obreras, expresadas en las barricadas que la
clase obrera levantó por primera vez en las
revoluciones de 1848 y más tarde en la Comuna
de París.
4. Las teorizaciones e intervención política de
Lenin frente a la Primera Guerra imperialista
implicarán un salto de calidad en cuanto al
tratamiento de esta problemática.
Contrariamente a la afirmación de Kautsky
acerca de que la II internacional era un
instrumento de paz y no de guerra, Lenin
enfrentará de plano la capitulación
socialdemócrata sosteniendo la necesidad de
luchar por transformar la guerra imperialista en
guerra civil, vale decir en revolución de los
obreros contra su propia burguesía en todos los
países imperialistas beligerantes y en lucha
anticolonial en los países coloniales y
semicoloniales. Apoyándose en su propia teoría
del imperialismo y en la filosofía de la guerra
de Claussewitz, Lenin desnudará el carácter
imperialista de la guerra, sostendrá que esa
enorme catástrofe que trastoca las condiciones
de vida de millones de hombres y mujeres dará
a luz situaciones revolucionarias que el
proletariado no debe dejar pasar. De esta
manera la denuncia internacionalista de la
carnicería imperialista irá inescindiblemente
unida a la necesidad de derrocar a los
capitalistas mediante la constitución de soviets
de obreros, campesinos y soldados y del
armamento de todo el pueblo.
5. El importante rol jugado por Lenin frente a la
Primera Guerra Mundial, sería jugado por
Trotsky frente a la Segunda. Contra la política
colaboracionista del Kremlin que se plegará en
lo esencial ala ideología americanista de la
lucha entre democracia y fascismo, Trotsky
denunciará el carácter imperialista de la guerra,
manteniendo en lo esencial las premisas
teóricas de Lenin, pero haciendo tres
aportaciones fundamentales:
6. ⎯La defensa incondicional de la Unión
Soviética frente a cualquier ataque imperialista,
como única condición para mantener las
conquistas que significaban la planificación
económica y el estado obrero, sometiendo a la
vez a la burocracia stalinista a la crítica más
despiadada.
7. ⎯La necesidad de luchar por la liberación de
los países coloniales y semicoloniales,
aprovechando las brechas abiertas entre las
grandes potencias imperialistas, contraria a la
perspectiva del Kremlin de subordinar la lucha