La familia es un proyecto de Dios para los seres humanos. Un proyecto que nos acostumbramos, gracias a ideologías muy poco confiables, a manipular y atacar para implementar en el mundo otros conceptos de relaciones interpersonales, que no dejan de ser solo modas o caprichos de grupos con grandes dificultades para convivir en una sociedad que cada vez exige más claridad y transparencia en las relaciones humanas.
En la familia se aprende a amar y ser amado. A respetar y ser respetado. A valorar lo que con grandes sacrificios de obtiene y a trabajar unidos para ser cada día mucho más. Esto forma personas capaces de enfrentar cualquier obstáculo que la sociedad le presente. La familia sale del corazón de Dios, para que desde ella se pueda construir la sociedad. En ella se inicia la vida nueva y, cuando esa vida nueva es producto del amor, se cuida, se protege y se guía. La familia tiene que sacar lo mejor de cada uno, para formar ese ser que ha nacido de ella, como una persona que siente y valora su vida y que a pesar de las dificultades, siempre tendrá fuerzas, valor y deseo de seguir adelante. Un niño que se siente respetado y amado por la familia, siempre dará lo mejor de sí, nunca se sentirá solo y sin ganas de vivir, porque sabe que tendrá un apoyo para resolverlo todo.
El amor transforma la vida de los seres humanos y no se puede reemplazar con nada ni dinero, ni regalos, ni poder. Una familia que vive en amor, es una familia que vive en paz. Un niño o una niña que construye su vida en un hogar en paz, aprende a aceptarse y aceptar a los demás.
El amor en la familia nos ayuda a reconocernos y aceptar nuestros errores. En la vida siempre tendremos dificultades, caídas, pero debemos formarnos para saber superar todo. Sin amor, los otros son mis enemigos, los que compiten conmigo. No se puede educar un niño o una niña como mejor que los otros, considerando que los otros son peligrosos. Enseñarles a valorar la diferencia, es educarlos para saber convivir, no con amigos, sino con hermanos. El que es educado con amor sabe dar amor y sabe a quién.
A veces nos gastamos lo que tenemos, tratando de reconstruir la vida de un niño o una niña a la que se la dañamos con nuestros errores. Construyámoslo, orientémoslo y hagámosle la vida digna y valiosa desde que los traemos al mundo hasta que ellos la puedan tomar en sus manos.
La ansiedad y la depresión de muchos jóvenes son el resultado de la incertidumbre y la tensión con que viven frente al futuro inmediato. Cuantas enfermedades y autoinmunidades podemos evitar viviendo con calma, aun en medio de los pequeños conflictos diarios. No hay familias ni personas perfectas. Pero debemos aprender a aceptarnos como somos, por nuestra propia salud física y mental. No busquemos cambiar a los otros, aportemos, con esfuerzo, con sacrificio, con perseverancia, al bienestar de todos en el hogar. No es fácil, pero es posible si hay amor.
La familia tiene que ser el espacio donde yo le ponga pausa a mi vida de estrés y preocupaciones. Es para nunca estar solo. En ella puedo sentir que le puedo poner paz a mis problemas. El tema de cada uno, los problemas de cada uno, tienen que ser la oportunidad de escucha y de dialogo familiar. La experiencia de papá y mamá, son la gran oportunidad para aprender a vivir. Confía en ellos, te podrán ayudarte a encontrar solución y respuesta a todo lo que la sociedad te presenta.
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Doy coronitaaaaaa me ayudan x fissssssssssssss
Respuestas
Respuesta dada por:
4
si es verdad DIOS NOS CREO
moralesfernandezkeyl:
jiji
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