Escribe un párrafo argumentativo (mínimo cuatro líneas, completas, es decir, de margen a margen) de la presencia del realismo social en el Ecuador en la época del 1930
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El realismo social está relacionado con la aparición en Ecuador a principio del siglo XX, de un grupo de escritores de tendencia socialista, que llegaron a ser denominados la Generación de los 30, quienes lograron influir marcadamente en la sociedad y cuya temática fue lograr que el ecuatoriano tuviese una identidad que lo aproximara a la dignidad del campesino, el mestizo, el indígena, el asalariado.
Sus obras de denuncias, hablaban sobre el trato injusto cruel que recibían estos desprotegidos por parte de sus patronos en las grandes haciendas y fábricas existentes para ese momento en el país.
Los escritores que formaron parte de esta generación de los 30 fueron:
– Alfredo Pareja Diezcanseco
– Demetrio Aguilera Malta
– José de la Cuadra
– Joaquín Gallegos Lara
– Enrique Gil Gilbert
El Realismo Social Ecuatoriano es el período que aproximadamente abarca los años 1930 – 1945. Su característica principal es el Indigenismo.
El Realismo se inicia en el Ecuador con la novela de Luis A. Martínez A la costa. ... Otras novelas famosas y de alto contenido social de Icaza son la novela El Chulla Romero y Flores y la colección de cuentos Atrapados.
El realismo social tiene el propósito de denuncia hacia el trato o forma de vida que tienen estos grupos, podemos decir que su objetivo es “Dar voz a los sin voz”.
Un grupo de intelectuales y artistas de Quito y Guayaquil diseñaron estrategias para promocionar un “nuevo arte” con orientación política y social que iba dirigido a las masas y escapaba de los rígidos cánones academicistas de procedencia europea. En nuestro medio, los primeros en aproximarse al realismo social fueron Camilo Egas, Eduardo Kingman, Diógenes Paredes, Alba Calderón y Germania Paz y Miño.
Para estos artistas se trataba de acercarse a la problemática del ser humano inmerso en el mundo capitalista. La dramática situación de los trabajadores, víctimas de jornadas laborales extenuantes y a menudo mal pagados, era el vehículo movilizador de las conciencias comprometidas con la corriente revolucionaria de los embrionarios partidos de izquierda.