• Asignatura: Castellano
  • Autor: katikolamilla
  • hace 3 años

El Inicio nudo y desenlase del siguiente texto


Esta historia la hizo famosa un profesor universitario de Inglaterra, porque durante toda su vida se la estuvo contando a sus alumnos como una fantástica lección de vida.
Este profesor sirvió al ejército inglés durante la Segunda Guerra Mundial. Le tocó trasladarse a Birmania y luchar contra los japoneses.
Resulta que su batallón fue rodeado por el enemigo en plena jungla. Uno de los exploradores le avisó al capitán:
– Señor, he visto hombres alrededor nuestro. No tenemos escapatoria…
Todos temblaron. El profesor, que era muy joven, pensó que se acercaba el final de su vida. El capitán seguramente les ordenaría atacar para intentar huir, y lo más probable es que terminaran muriendo todos.
Sin embargo, el capitán hizo algo totalmente imprevisto. Miró su reloj y simplemente dijo:
– Señores, son las cinco, la hora del té.
Todos los soldados se miraron extrañados, pero debían obedecer, así que se prepararon el té y se
sentaron con tranquilidad a degustar la bebida. Al cabo de un rato, el explorador volvió y le dijo algo al oido al capitán. Este a su vez dijo a los soldados:
– El enemigo se ha movido. Cojan sus cosas que tenemos una posible salida.
Y así fue cómo el soldado, luego profesor, salvó su vida, gracias a la sabiduría templanza de aquel hombre, que supo esperar tranquilo a que se presentara una oportunidad mejor.

Respuestas

Respuesta dada por: pecheruiza
2

Respuesta:

1

Esta historia la hizo famosa un profesor universitario de Inglaterra, porque durante toda su vida se la estuvo contando a sus alumnos como una fantástica lección de vida.

Este profesor sirvió al ejército inglés durante la Segunda Guerra Mundial. Le tocó trasladarse a Birmania y luchar contra los japoneses.

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Resulta que su batallón fue rodeado por el enemigo en plena jungla. Uno de los exploradores le avisó al capitán:

– Señor, he visto hombres alrededor nuestro. No tenemos escapatoria…

Todos temblaron. El profesor, que era muy joven, pensó que se acercaba el final de su vida. El capitán seguramente les ordenaría atacar para intentar huir, y lo más probable es que terminaran muriendo todos.

Sin embargo, el capitán hizo algo totalmente imprevisto. Miró su reloj y simplemente dijo:

– Señores, son las cinco, la hora del té.

Todos los soldados se miraron extrañados, pero debían obedecer, así que se prepararon el té y se sentaron con tranquilidad a degustar la bebida. Al cabo de un rato, el explorador volvió y le dijo algo al oido al capitán. Este a su vez dijo a los soldados:

– El enemigo se ha movido. Cojan sus cosas que tenemos una posible salida.

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Y así fue cómo el soldado, luego profesor, salvó su vida, gracias a la sabiduría templanza de aquel hombre, que supo esperar tranquilo a que se presentara una oportunidad mejor.

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