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Los colores complementarios vienen en pares y se colocan uno frente al otro en la rueda de colores; un lado frío y una cámara cálida; diametralmente opuesto y a una distancia constante de 180 grados. Estos colores aparentemente distantes se combinan maravillosamente y representan estrategias efectivas para el diseñador mientras busca transmitir al espectador a través de elementos familiares y claros.
Aunque la percepción del color está influenciada por factores psicológicos, sociales y culturales; Nuestra preferencia por los colores complementarios también parece explicarse por la fisiología del ojo y el mecanismo de procesamiento de la información visual a nivel neuronal. Obviamente, nuestro cerebro tiende a buscar de forma natural colores complementarios y nos hace sentir cómodos en su presencia.
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