Respuestas
Respuesta:
El relato de Juan sobre el acto del lavado de pies, nos pone de manifiesto el modelo de discípulo que Jesús espera de sus discípulos. El cambio que propone esta en nuestras disposición para ayudar a los demás. Más allá de esperar ser servidos, los seguidores de Jesús deben estar dispuestos a servir. En nuestro medio actual hay un mal entendido sobre humildad y el servicio. Se asocia a ser una persona “apocada”, ingenua y algunos hablan de “servilismo” como un defecto peyorativo de quien lo practica. No se entiende el mensaje de Jesús en el mundo moderno. Quien actúa según los preceptos del Señor, junto con provocar irritación, tiende una sombra de sospecha: ¿“dónde estará la trampita”?, “debe tener una segunda intención”.
Muchas veces se promueven falsos actos de caridad con mucha cobertura de prensa, para que se destaquen o para ganar adeptos a su causa. Por eso, hay que promover una “revolución del servicio”. Hoy más que nunca estamos llamados a renovar nuestro compromiso de servicio con la persona humana; pongámonos la toalla al cinto para lavar, curar, secar y perfumar tantos pies heridos de nuestros hermanos que nos rodean.