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Una relación colonial semejante a la que tuvo España con sus colonias de América del Sur las tuvo Inglaterra con sus trece colonias de América del Norte. La diferencia fue que en el norte no se importó el modo de producción feudal que en Europa ya entraba en una franca descomposición, el espíritu del pionero en Norteamérica fue el germen de la futura sociedad capitalista, distinto al conquistador español.
Tómese en cuenta que el primer país de Europa que inicia el cambio de las relaciones sociales de producción fue Inglaterra como consecuencia de un ajuste de cuentas con la vieja economía y sociedad. En consecuencia, a Norte América no llegaron hombres y mujeres del país más arcaico, sino si se quiere del país más desarrollado económica, política y jurídicamente hablando. En Inglaterra se estaban sentando las bases de la sociedad capitalista, ello se va ha expresar en la serie sucesiva de acontecimientos sociales y políticos como la guerra civil y otras conmociones que duraron de 1641 a 1643; es la época del ascenso del tan recordado ministro inglés Oliver Cromwell, quien decidió intervenir muy poco en las colonias. Fue nombrado Protector, permitió que las colonias al otro lado del mundo (llamadas “el fin del mundo”) que eran tres, se pudieran desarrollar, a su modo, con un mínimo de influencia de la madre patria. Cuando se produjo una mayor intervención de la Corona las colonias mantuvieron firmemente sus privilegios; esto será el punto de partida que va a dar nacimiento a una serie de documentos de relevancia jurídica, sobre cuyas bases se consolidarán los futuros derechos y principios de la sociedad democrática de occidente, luego de producida las dos grandes revoluciones de Norte América y Francia.
Inglaterra para la época de la Revolución Francesa era ya un país en pleno desarrollo capitalista que disputaba a España cada pequeño mercado para sus productos manufacturados, como a los franceses parte de sus colonias en América del Norte. Ganada la guerra a los franceses, se dedicaron a sus colonias para recuperar por medio de los impuestos los gastos ocasionados por las guerras. Asimismo, Inglaterra necesitaba mercados para su incipiente producción industrial, de allí sus guerras en Europa, especialmente con Francia; había desarrollado la industria en telas, luego vendrá la metalurgia. Al igual que en Francia, en Inglaterra el proceso de cambios substanciales en la sociedad feudal se expresará en una serie de documentos políticos.
Durante siglos en Inglaterra se habían producido levantamientos campesinos contra la opresión de los señores feudales y de la nobleza inglesa. Estas sublevaciones van a dar origen a la Carta Magna de 1215 en la que se reconocen los derechos del hombre libre (XXIX), la justicia para todos (XXX), y lo más relevante, se sientan las bases de la libertad de comercio (XXXI), el derecho a la libertad de tránsito o de circulación libre (XXXII), que las acusaciones en adelante contra alguien deberán hacerse con la simple palabra, sin presentar testigos para esto (XXVIII). El resguardo a la sagrada propiedad encontrará en este documento jurídico dos normas cautelares en lo referente a las confiscaciones (que se legalizan) pero al morir el que las posee —el heredero— no tributará de nuevo sobre las mismas tierras (XXXIII) y si la expropiación se ha hecho por alguien que no sea su par “se las restituiremos instantáneamente”.
Explicación:
CORONITA POR FAVOR