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Las limitaciones que nos traen las nuevas responsabilidades.
Cuando nosotros nos fijamos un nuevo objetivo, necesariamente para conseguir este, debemos de abandonar muchas cosas si las queremos conseguir. Un deportista por ejemplo, si quiere llegar a ser competitivo, debe de renunciar a muchas fiestas, a los licores, a los vicios. Esto se convierte en un límite que no debe atravesar, ya que si en algún momento los atraviesa, pone en peligro su competitividad.
Hay otras ocasiones en que por circunstancias de la vida, nos vemos sometidos a situaciones que no buscamos; por ejemplo que nos hayan robado el fruto de nuestros esfuerzos de años, una pena de amor. Todas estas situaciones tienen un gran impacto psicológico del que no se recupera fácilmente, pero es algo que no debe estancarnos, y si vemos que es una barrera que no se puede romper, que es algo que nos dejo sin nada, debemos aprovechar todo lo demás que tenemos, y crecer a partir de ahí.
Existen cientos de barreras mentales que nos dicen que no somos capaces, son diálogos mentales que nos forjan barreras invisibles, que no nos dejan avanzar, y que son muy difíciles de identificar.