escribe 10 normas institucionales y representa 3 de ellas en como ha sido aplicables

Respuestas

Respuesta dada por: seider23
2

Respuesta:

Las normas de convivencia son aquellas que regulan el desempeño de las personas en una sociedad organizada, de manera tal que los individuos puedan compartir un mismo espacio de manera armónica, constructiva y controlada. Por ejemplo: cubrir las partes pudorosas, la obligación de saludarse, el respeto a la vida.

Se las conoce también como normas de convivencia social ya que son las garantes de que los seres humanos podamos entendernos y regirnos por un código de conducta más o menos afín.

Esto no significa que las normas de convivencia no puedan romperse dentro de una misma sociedad o que violentarlas conduzca al caos social; sin embargo, mientras menos se ciña un individuo o una colectividad a determinadas pautas de conducta común, más impredecibles serán sus altercados y más frecuentes sus roces y malestares frente al otro. Y todo ello, dada la coyuntura adecuada, podría resultar en violencia, desprecio por el otro o incluso en la separación o el desorden social.

A fin de cuentas, dice el proverbio que “ningún hombre es una isla”, queriendo significar que para beneficiarnos de la vida en sociedad, debemos adaptarnos a una normativa común determinada.

Eso no significa que estas normas estén escritas en piedra: de hecho mutan en el tiempo y obedecen a los cambios y a las nuevas condiciones de vida de la comunidad que las promulga.

Puede servirte: Normas permisivas y prohibitivas

Tipos de normas de convivencia

Puede hablarse de tres tipos de norma social de convivencia, de acuerdo a la naturaleza de sus principios rectores:

Normas convencionales. Se trata de normas heredadas, dictadas por el sentido común y por la convención (de ahí su nombre) y que suelen variar entre las distintas sociedades y culturas. El saludo, la vestimenta, la conmemoración de eventos especiales, el orden de los sexos y las costumbres, son algunas de las áreas en que estas normas se imponen. Romperlas a menudo es considerado descortés o irrespetuoso, de acuerdo al asunto del que se trate.

Normas morales. Tienen que ver con una visión específica del mal y del bien, de lo ético y de los comportamientos socialmente aprobados en contra de los condenados. Así, una norma moral determinada puede violentarse sólo a un costo social dentro de una comunidad específica, mientras que en otras puede ser algo completamente cotidiano e intrascendente.

Normas jurídicas. A diferencia de las demás, están contempladas en un código escrito (las leyes) y son coercitivas: gozan de la protección de los organismos estatales encargados de velar por su cumplimiento. Por lo general se trata de normas que protegen el bienestar de los derechos de la colectividad o de otros individuos y que, por lo tanto, rigen la conducta jurídica aceptable y la punible en todo tipo de asuntos sociales. Violentarlas es considerado un delito y acarrea sanciones estrictas conforme a la naturaleza del crimen cometido.

Estos tres tipos de norma pueden entrar en conflicto entre sí y pueden contemplar excepciones. Uno puede escoger con qué convenciones cumplir, atenerse a ciertos principios morales elegidos, pero no puede desobedecer según prefiera las leyes de una sociedad específica.

En casos poco severos de normas convencionales y morales, la reacción de la comunidad y el ostracismo social pueden ser la sanción impuesta por la propia colectividad al trasgresor de la norma, o la simple antipatía. En cambio, las normas jurídicas implican un castigo más formal y ejemplarizante, llevado a cabo por las fuerzas del orden público encargadas de ello.

Ejemplos de normas de convivencia

Cubrir las partes pudorosas. Esta norma de tipo moral atañe tanto al cuerpo del hombre como al de la mujer, pero en nuestra sociedad patriarcal suele ensañarse más con el de ella. La norma establece que las partes consideradas pudorosas (sobre todo los genitales y el trasero, pero también los pechos de las mujeres) deben mantenerse cubiertas en toda ocasión excepto la intimidad.

La protección de los débiles. Uno de los principios rectores de la vida en sociedad, estipula que los más fuertes deben abstenerse de sacar provecho por encima de los débiles y que la sociedad debe proteger a estos últimos. Se trata de un principio de compasión de índole moral y hasta cierto punto jurídica, ya que el Estado como tal sirve para velar, en teoría, porque los derechos de los débiles no sean violados impunemente por los fuertes.

Explicación:

Preguntas similares