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ESPERO TE AYUDE XD
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LOS RIESGOS DE LA BIOTECNOLOGÍA
La biotecnología es un importante y moderno instrumento que se ofrece a las ciencias agropecuarias para hacerle frente, en los años venideros, a la creciente demanda mundial de alimentos, justamente cuando las tecnologías tradicionales han comenzado a evidenciar sus limitaciones, aclarando que aquellas, con la biotecnología, no van a sustituirse sino a complementarse. Una gran ventaja de la biotecnología es que brinda la oportunidad de mejorar la resistencia de plantas y animales a plagas y enfermedades y a condiciones adversas de clima y suelo, lo cual permitirá la incorporación de tierras marginales a la frontera agrícola; una ventaja adicional es que puede aumentar la eficiencia con que las plantas utilizan las sustancias que las nutren. Como consecuencia de lo anterior, los países desarrollados van a poder incrementar sus ventajas comparativas para ciertos cultivos o, más aún, crear unas que antes no existían.
Por: JAIME ARIAS RESTREPO
Lo que por ahora indica la experiencia es que el tiempo que transcurre entre la inversión en biotecnología y la consecución de resultados con aplicaciones prácticas para cultivos tales como la papa, el arroz, el plátano, el banano y el café, oscila entre los cinco y 10 años en promedio, similar al requerido actualmente para obtener nuevas variedades de plantas o nuevos plaguicidas y vacunas con los métodos convencionales de investigación agropecuaria.
Con respecto a la mejoría obtenible con la biotecnología en los rendimientos de la agricultura, la verdad es que las expectativas de la década de los 80 resultaron exageradas. Por ahora, los estimativos hasta el año 2000 que parecen más confiables, elaborados por la Oficina de Asesoría Tecnológica del Congreso de los Estados Unidos (qué bueno que nuestro Congreso también tuviera una), indican que los incrementos se encontrarán entre un 1.5 y un 2 por ciento anual para los principales cultivos de la zona templada y entre un 0.7 y un 1.2 por ciento para cultivos como la soya y el algodón; esos incrementos se reducirían por mitad si no se utiliza la biotecnología y se trabaja en investigación únicamente con los métodos tradicionales.
Los mayores aumentos que hasta hace poco se consideraba posible obtener eran para la producción animal, especialmente de leche, mediante el uso de una hormona llamada somatropina bovina; sin embargo, ese uso no ha tenido la aceptación que se esperaba ni entre consumidores ni entre productores. En todo caso, se sigue viendo a la ganadería como uno de los principales campos para la aplicación de innovaciones.
Pero la biotecnología por ahora parece ofrecer más riesgos que ventajas para los países en desarrollo, especialmente aquellos que se queden atrás en su aplicación. El peor impacto que puede esperarse es en las exportaciones de productos agrícolas de los países en desarrollo, que corren el riesgo de verse disminuidas por una pérdida de sus ventajas comparativas ante países desarrollados que logren crearlas artificialmente; la realidad en adelante es que las ventajas comparativas entre países para la producción de alimentos y materias primas se darán más en función de la tecnología que en la disponibilidad de recursos naturales .
Otro impacto socialmente negativo que puede presentarse es el desplazamiento del pequeño agricultor por la agricultura empresarial, porque los sistemas de cultivo derivados de la biotecnología son por lo general paquetes tecnológicos de costosa y difícil aplicación, poco adaptables a explotaciones de reducida extensión.
Con respecto a la financiación de la investigación agrícola en los países desarrollados, el cambio más importante que ha tenido lugar en los últimos años es el aumento sustancial de la participación del sector privado en la aplicación de la biotecnología, donde quiera que la legislación sobre regalías y patentes les permite a las empresas particulares apropiarse de los beneficios. Esta participación ha tenido lugar con frecuencia en asocio del sector público y los resultados obtenidos han sido muy satisfactorios para ambas partes.
En cambio, en los países en desarrollo las condiciones por lo general no se han dado para estimular el interés privado, entre otras cosas porque la investigación en biotecnología es relativamente costosa y conlleva un alto riesgo de que no produzca los resultados esperados. En todo caso, quienes más conocen del tema consideran que la participación del sector privado, tanto de empresas nacionales como multinacionales, será decisiva para el éxito de los programas del sector oficial.