Joven sanramonino, la juventud es una porción maravillosa en tu vida. Tiene parecido a la estación primaveral del año. La juventud es un tiempo de lozana vitalidad, pues el cuerpo se te va fortaleciendo, en tu cerebro bulle, una ardiente llamarada de inquietudes y de sueños, así mismo se te presentarán oportunidades de aprender cosas nuevas y emocionantes. Recuerda que se es joven solamente una vez, aunque yo siempre digo que la juventud está en el espíritu de cada persona. Por eso y por muchísimas razones la juventud deberá ser un tiempo de plena felicidad.
Sin embargo la juventud encierra desafíos. Como probablemente comprenderás en el sendero de la vida hoy no abundan las esperanzas. Por ello se necesita fuerza de voluntad para enfrentarse a ellos. ¿Sabías que con voluntad firme se vencen los obstáculos y se resuelven las dificultades?, pues entonces manos a la obra empieza por quererte a ti mismo, piensa que como persona eres única, que posees cualidades que hacen de ti un ser útil y toma en tus manos las riendas del porvenir. Tal vez sea oportuno que medites en lo que dijo el Dr. Christian Barnard: “… La batalla de la vida no siempre la gana el hombre más fuerte o el más ligero porque tarde o temprano, el hombre que gana es aquel que cree poder hacerlo…”
Otro aspecto importante que te ayudará a cimentar en tu juventud las bases sólidas de tu existencia, es la lucha por un ideal. La vida sin un ideal, no tiene razón de ser. Lamentablemente un amplio sector juvenil yace estancado, sin inquietudes de superación espiritual. Sin luchar por ningún ideal. Indiferente al dolor humano prefiriendo vivir sin esperanza, la vida muelle, frívola y fácil de la desvergüenza y el deshonor, antes que capacitarse con ahínco para una vida digna de un porvenir mejor. Pero tú joven sanramonino, anhela ser un hombre útil, con la capacidad de cambiar el rumbo de esta sociedad en decadencia, no pierdas el tiempo; el tiempo vale más que el oro. Porque el oro se acaba, mientras que las capacidades y destrezas que tú adquieras dentro del tiempo bien empleado, eso no terminará jamás.
Sanramonino la juventud no es un momento de vida, sino un estado del alma. No son mejillas sonrosadas, cutis terso, cuerpo esbelto y cara bonita. La juventud es sinónimo de entusiasmo, alegría, lucha, laboriosidad y sacrificio por un ideal. Ahora es el momento adecuado para que te hagas un auto examen y mires lo que hay encerrado dentro de ti, si miras detenidamente, encontrarás una vasta riqueza de potencialidades y cualidades que aún no han sido explotadas. Pregúntate ¿para qué soy apto?, ¿cuáles son mis mejores aptitudes, que me pueden permitir abrirme paso hacia la felicidad?, ¿podré desempeñarme con éxito si elijo la profesión u oficio que he soñado? ¿tengo vocación para ella? Estas y otras son las interrogantes que debes hacerte, para vivir el presente con proyección hacia un futuro prometedor, el cual te llevará a cristalizar tus sueños, de ser un profesional o desempeñar un oficio, en armonía con tu vocación y aptitudes, eso es lo más noble, útil y bello que como joven debes anhelar en el sendero seguro hasta la felicidad.
Para terminar, joven sanramonino, no te olvides que tú eres la esperanza de tus abnegados padres, la palestra en que se erigirá en el Perú de siglo XXI, el haz luminoso que despierte a la ciudad del Cumbe, pero sobre todo que nunca se te olvide que eres el vaso moldeado por acuciosos artesanos, en esta tu casa que siempre tendrá abiertas las puertas para ti, “San Ramón”.
¿cual es el proposito del texto que nos da a entender la autora?
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