• Asignatura: Castellano
  • Autor: yayita8245
  • hace 3 años

te doy 50 puntos
responde la pregunta: cual es la intensión comunicativa del autor de este texto?
CANTO VI. Odiseo y Nausica
Así es como dormía allí el sufridor, el divino Odiseo, agotado por el sueño y el
cansancio. En tanto marchó Atenea al país y a la ciudad de los hombres feacios que
antes habitaban la espaciosa Hiperea cerca de los Cíclopes, hombres soberbios que los
dañaban continuamente, pues eran superiores en fuerza. Sacándolos de allí los condujo
Nausítoo, semejante a un dios, y los asentó en Esqueria, lejos de los hombres
industriosos; rodeó la ciudad con un muro, construyó casas a hizo los templos de los
dioses y repartió los campos. Pero este, vencido ya por Ker, había marchado a Hades, y
entonces gobernaba Alcínoo, inspirado en sus designios por los dioses. Al palacio de
este se encaminó Atenea, la de ojos brillantes, planeando el regreso para el magnánimo
Odiseo. Llegó a la muy adornada estancia en la que dormía una joven igual a las diosas
en su porte y figura, Nausícaa, hija del magnánimo Alcínoo. Y dos sirvientas que
poseían la belleza de las Gracias estaban a uno y otro lado de la entrada, y las suntuosas
Apresuróse Atenea como un soplo de viento hacia la cama de la joven, y se puso sobre
su cabeza y le dirigió su palabra tomando la apariencia de la hija de Dimante, famoso
por sus naves, pues era de su misma edad y muy grata a su ánimo. Asemejándose a esta,
le dijo Atenea, la de ojos brillantes: «Nausícaa, ¿por qué tan indolente te parió tu
madre? Tienes descuidados los espléndidos vestidos, y eso que está cercana tu boda, en
que es preciso que vistas tus mejores galas y se las proporciones también a aquellos que
lo acompañen. Pues de cosas así resulta buena fama a los hombres y se complacen el
padre y la venerable madre. Conque marchemos a lavar tan pronto como despunte la
aurora; también yo iré contigo como compañera para que dispongas todo enseguida,
porque ya no vas a estar soltera mucho tiempo, que te pretenden los mejores de los
feacios en el pueblo donde también tú tienes tu linaje. Así que, anda, pide a tu ilustre
padre que prepare antes de la aurora mulas y un carro que lleve los cinturones, las
túnicas y tu espléndida ropa. Es para ti mucho mejor ir así que a pie, pues los lavaderos
están muy lejos de la ciudad.» Cuando hubo hablado así se marchó Atenea, la de los
brillantes, al Olimpo, donde dicen que está la morada siempre segura de los dioses, pues
no es azotada por los vientos ni mojada por las lluvias, ni tampoco la cubre la nieve.
Permanece siempre un cielo sin nubes y una resplandeciente claridad la envuelve. Allí
se divierten durante todo el día los felices dioses. Hacia allá marchó la de ojos brillantes
cuando hubo aconsejado a la joven.

Respuestas

Respuesta dada por: linarodr88
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cuando hubo aconsejado a la joven.

Explicación:

te doy 50 puntos

responde la pregunta: cual es la intensión comunicativa del autor de este texto?

CANTO VI. Odiseo y Nausica

Así es como dormía allí el sufridor, el divino Odiseo, agotado por el sueño y el

cansancio. En tanto marchó Atenea al país y a la ciudad de los hombres feacios que

antes habitaban la espaciosa Hiperea cerca de los Cíclopes, hombres soberbios que los

dañaban continuamente, pues eran superiores en fuerza. Sacándolos de allí los condujo

Nausítoo, semejante a un dios, y los asentó en Esqueria, lejos de los hombres

industriosos; rodeó la ciudad con un muro, construyó casas a hizo los templos de los

dioses y repartió los campos. Pero este, vencido ya por Ker, había marchado a Hades, y

entonces gobernaba Alcínoo, inspirado en sus designios por los dioses. Al palacio de

este se encaminó Atenea, la de ojos brillantes, planeando el regreso para el magnánimo

Odiseo. Llegó a la muy adornada estancia en la que dormía una joven igual a las diosas

en su porte y figura, Nausícaa, hija del magnánimo Alcínoo. Y dos sirvientas que

poseían la belleza de las Gracias estaban a uno y otro lado de la entrada, y las suntuosas

Apresuróse Atenea como un soplo de viento hacia la cama de la joven, y se puso sobre

su cabeza y le dirigió su palabra tomando la apariencia de la hija de Dimante, famoso

por sus naves, pues era de su misma edad y muy grata a su ánimo. Asemejándose a esta,

le dijo Atenea, la de ojos brillantes: «Nausícaa, ¿por qué tan indolente te parió tu

madre? Tienes descuidados los espléndidos vestidos, y eso que está cercana tu boda, en

que es preciso que vistas tus mejores galas y se las proporciones también a aquellos que

lo acompañen. Pues de cosas así resulta buena fama a los hombres y se complacen el

padre y la venerable madre. Conque marchemos a lavar tan pronto como despunte la

aurora; también yo iré contigo como compañera para que dispongas todo enseguida,

porque ya no vas a estar soltera mucho tiempo, que te pretenden los mejores de los

feacios en el pueblo donde también tú tienes tu linaje. Así que, anda, pide a tu ilustre

padre que prepare antes de la aurora mulas y un carro que lleve los cinturones, las

túnicas y tu espléndida ropa. Es para ti mucho mejor ir así que a pie, pues los lavaderos

están muy lejos de la ciudad.» Cuando hubo hablado así se marchó Atenea, la de los

brillantes, al Olimpo, donde dicen que está la morada siempre segura de los dioses, pues

no es azotada por los vientos ni mojada por las lluvias, ni tampoco la cubre la nieve.

Permanece siempre un cielo sin nubes y una resplandeciente claridad la envuelve. Allí

se divierten durante todo el día los felices dioses. Hacia allá marchó la de ojos brillantes

cuando hubo aconsejado a la joven.

Respuesta dada por: angelcondorimarcelo6
0

mano esa wea es un testamento lo siento compa


XOoPeachesoOX: weeeee
XOoPeachesoOX: angel ;-;
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