Respuestas
Respuesta:
A nadie amarga un dulce, pero mucho azúcar sí: altera el metabolismo de la glucosa y puede causar obesidad, diabetes o problemas cardiovasculares. Limita su consumo y opta por endulzantes que aporten nutrientes y no resten salud.
Lo quieras o no, lo tomas. Si no añades azúcar al té o a los postres, lo encuentras en barritas energéticas, refrescos, leches vegetales, mermeladas, salsas… Puedes tratar de evitarlo, pero no todas las alternativas son recomendables.
Al final, si quieres reducir los inconvenientes de unos y otros tendrás que modificar tu relación con el sabor dulce y consumir solo pequeñas cantidades de los alimentos dulces más sanos.
LOS AZÚCARES LIBRES, UNA AMENAZA PARA TU SALUD
No hace mucho los fabricantes de azúcar decían que su producto era un alimento imprescindible para el cerebro. Por aquellos años la minoría naturista ya advertía que era poco menos que un veneno, pero el azúcar campaba a sus anchas.
El tiempo ha venido a poner las cosas en su sitio. Hace solo unos meses la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó la recomendación de que los azúcares libres no deben aportar más del 5% de las calorías diarias; por azúcares libres nos referimos básicamente a glucosa, sacarosa y fructosa (¿Tienes intolerancia a la fructosa?).
En una dieta de 2.000 calorías, equivale a unos 25 gramos de azúcar, es decir, unas 6 cucharaditas de café. En España, la media de la población toma el triple. La mayor aportación se produce con las bebidas: una lata de refresco aporta nada menos que 40 gramos, casi el doble de la cantidad recomendada.
Veamos entonces cuáles son los azúcares libres cuyo consumo conviene limitar:
GLUCOSA
Es un azúcar simple que llega al mercado en forma de dextrosa, que procede de las patatas, el trigo o el almidón de maíz. Muchos aditivos dulces son glucosa bajo diferentes formas (jarabe de glucosa, isoglucosa…).
SACAROSA
Es el azúcar blanco de mesa. Compuesto de fructosa y glucosa, se obtiene de la remolacha azucarera o de la caña de azúcar.
Para su refinado, se recurre a temperaturas y sustancias como cal, dióxido de zufre, ácido fosfórico y otros agentes. No quedan residuos de estas sustancias en el azúcar, pero esta industria tiene un enorme impacto ambiental en lo que afecta a la contaminación del aire, el gasto de agua y los residuos vertidos.
Las formas más comunes de encontrar la sacarosa aislada son el azúcar cristalino blanco o moreno (azúcar de mesa normal), el cande (perlado, para decorar) y el glasé (finamente molido).