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Respuesta:
Francia era gobernada por un monarca absolutista, Luis XVI. Como tal, en sus manos concentraba todo el poder, es decir gobernaba y legislaba por sí mismo. Desde el año 1614, en Francia no se reunían los Estados Generales, reunión de representantes de los estamentos de la sociedad a los que el consultaba la sanción de leyes y otras medidas. La sociedad francesa estaba dividida en dos grandes grupos: los privilegiados y los no privilegiados. En el primer grupo estaba la nobleza y el alto clero (obispos, abades), quienes estaban exentos de pagar impuestos y tributos. Sus privilegios incluían además, el monopolio de los altos cargos de gobierno y el derecho a ser juzgados por tribunales especiales. La gran mayor parte de la población, en cambio, estaba sujeta a la imposición fiscal y no gozaba de esos derechos especiales
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