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Curiosos detalles sobre nuestra geografía, nuestra historia y nuestras costumbres se encuentran en los relatos, por los años de la revolución de 1860. En sus crónicas Saffray nos habla de ,los indios del Chocó, cuyo tipo le recuerda el de los tartaros, de sus vestidos, sus alimentos, sus costumbres y explica el modo como se prepara un terrible veneno extraído de los batracios. Pasó por Nóvita y llegó a las colinas que separan al Valle del San Juan, de la hoya espléndida del Atrato. Las atravesó en cinco horas y en el río Quito tomó una barqueta para llegar dos días después a Citara. Hay estudia los indios cunas y caimanes, las únicas tribus, dice , de esta región que los españoles no pudieron someter y que conserva aún su completa independencia.
Vale aclarar que muchos de las pinturas y acuarelas fueron realizadas por pintores franceses, con las narraciones y testimonio que entregaban los viajeros, sin tomarse la molestia de visitar el lugar, tales como los grabados de Antoine Neuville para ilustrar el viaje de Charles Saffray.
Saffray publicó por primera vez crónicas de viaje en los números 24, 25 y 26, el primero en 1872 y los otros dos en 1873. En Barcelona, 1876, se publicó la primera edición española en la colección El mundo en la Mano de Montaner y Simón. Los grabados fueron elaborados en París por A. Neuville, quien hizo casi todas las ilustraciones del libro. Mientras tanto Armando Reclus publico sus crónicas en los números 39 y 40 de 1880
Charles Saffray recorrió la Nueva Granada en 1869. Después de entrar por Santa Marta, seguir al interior vía el río Magdalena, vivir en Medellín, estar en Cali, Popayán y Bogotá, plantea su regreso a Europa vía el río Atrato. De Bogotá regresó a Cali y por el Dagua a Buenaventura, desde allí se introdujo en el Chocó, del que ya tenía noticias, no por la usual ruta de la desembocadura del río San Juan sino por la desembocadura del San Joaquín, luego por tierra hasta el río Guineo, bajando luego por éste al Calima y de ahí al San Francisco, subió luego por éste hasta llegar a la antigua capital del Chocó, Nóvita, a la que describió en decadencia. De allí pasó por el istmo de Raspadura, para bajar por el río Quitó y en dos día estar en Citará, para proseguir por el río Atrato al golfo de Urabá y luego a Cartagena, cerrando en esta última el periplo granadino.
Explicación:
listo