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Respuesta:
Siglo XVIII, estamos en Francia, la corriente activa de pensamiento es la Ilustración.
Las ideas de personas, como Voltaire, Rousseau y Montestquieu, han hecho un desastre en la sociedad.
Sostenían que el pensamiento humano podía luchar contra la ignorancia, la superstición y la tiranía para construir un mundo mejor.
Este tipo de pensamiento se expandió a través de reuniones, realizadas en casas de personas adineradas,
en el que participaron intelectuales, y se discutió filosofía, política y literatura.
Se leyó la Enciclopedia, una iniciativa de Diderot y D'Alambert que contó en sus sucesivas publicaciones
con muchos colaboradores que escribieron miles de artículos para plasmar el pensamiento ilustrado.
La Enciclopedia contribuyó al descrédito del sistema, una sociedad culta que piensa por sí misma,
era la mejor forma de asegurar el fin del Antiguo Régimen.
Los principios basados en la Razón, la Igualdad y la Libertad estaban presentes en la mente de los franceses.
No sólo de los franceses, las ideas ilustradas se habían extendido por Europa y sus colonias.
Al otro lado del océano, la Ilustración había funcionado como un impulso para que un 4 de julio de 1776
las Trece Colonias de América del Norte lograron la Independencia.
Francia está bajo el yugo de una monarquía absolutista,
gobernado entonces por Luis XVI, que estaba casado con María Antonieta,
el poder del Rey y la Nobleza fue la base de este régimen.
La economía del Estado se encontraba en una situación muy precavida,
los gastos militares y las malas cosechas crearon una grave situación social,
la gente tenía hambre, mientras que el lujo y el desperdicio de la realeza continuaban normalmente,
endeudando aún más la situación del Estado.
El pensamiento ilustrado más el descontento social fueron el caldo perfecto para el inicio de la revolución.
Pero primero, veamos la división de la sociedad francesa:
La sociedad estaba compuesta por tres sectores, denominados Estates
El Primer Estado era la iglesia, que no pagaba impuestos,
obtuvo del campesino el diezmo,
es decir, una décima parte del producto de las cosechas.
Solo la iglesia podía legalizar matrimonios, nacimientos y muertes,
y la educación estaba en sus manos.
El Segundo Estado fue compuesto por Nobleza,
propietarios de la tierra,
que tampoco pagaba impuestos.
Los campesinos les pagaban tributo y solo les podían vender sus cosechas.
Era una raza encerrada en sí misma.
El Primer y Segundo Estado, es decir, el clero y la nobleza,
sumaba alrededor del 3% de la población.
El Tercer Estado constituiría hasta el 97% de la población,
y la composición fue muy diversa:
por un lado, estaba la burguesía, formada por los ricos comerciantes y banqueros,
los profesionales liberales,
médicos, abogados ...
también por artesanos y pequeños comerciantes.
Por otro lado había campesinos libres, pequeños terratenientes, arrendatarios y trabajadores.
El Tercer Estado no tenía poder ni decisión política,
pero pagué todos los impuestos,
Tenía los peores trabajos y no tenía derechos.
La burguesía necesitaba acceso al poder,
y manejar un Estado centralizado que protegiera e impulsara sus actividades económicas,
tal como había sucedido en Inglaterra.
Volvamos a París.
Cuando la pobreza provocó revueltas, la gente fue a quejarse a Versalles del hambre que padecían,
entonces se difundió el rumor sobre la Reina, muy altiva, decía la frase:
"Déjalos comer pastel".
Algo así trascendió y resultó muy provocador.
Para elevar el grave déficit fiscal, el Rey declaró en quiebra al Estado
y convocó en 1788 los Estados Generales, un Parlamento medieval que se celebró por última vez 174 años antes.
Explicación:
Sus episodios más sobresalientes son la Batalla de Santa Rosa (20 de marzo de 1856)
La Batalla de Rivas (11 de abril de 1856)