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El idioma quiché se habla en Chiapas y Guatemala, y el cachiquel y zutuhil sólo en este último punto. Los tres idiomas tienen entre sí la más perfecta analogía, aunque con algunas diferencias, de que daremos idea en otro lugar.
Antes de la llegada de los españoles, el reino quiché era el más poderoso y civilizado de Guatemala. En el lugar llamado Santa Cruz del Quiché se conservan todavía las ruinas de Utlatan, ciudad de primer orden y antigua capital del reino, que rivalizaba con los palacios de Moctezuma y de los incas. He aquí la descripción que nos queda de la residencia de los monarcas quichés: —140→ «El palacio de Utatlán tenía de frente, de Este a Oeste, 376 pasos, y de N. a S. 728, y estaba construido de piedras de diversos colores. El palacio estaba dividido en seis partes: la primera era el alojamiento de una tropa numerosa de lanceros, arqueros y otros soldados escogidos que formaban la guardia real. La segunda estaba destinada para habitación de los príncipes y parientes del rey, que eran servidos con una regia magnificencia, mientras permanecían solteros. La tercera comprendía la habitación del rey, donde había departamentos para recibir en la mañana, la tarde y la noche: en una de las salas estaba el trono, bajo doceles tejidos de plumas, y se subía a él por muchas gradas. En esta parte del palacio se encontraban también la tesorería, el tribunal de los jueces de la ciudad, el depósito de armas, jardines, casa de pájaros y bestias feroces, así como otras varias oficinas. La cuarta y quinta división comprendía los palacios de las mujeres y concubinas del rey. En la sexta estaba la casa de educación para los infantes y otros niños de sangre real. Fuera del palacio había un vasto edificio, en el cual se educaban de cinco a seis mil jóvenes».
La capital de los cachiqueles era Ratinamit o Tecpanguatemala, ciudad grande y fuerte; y la de los zutuhiles, Atitan, cerca de la laguna de este nombre, y que se tenía por inexpugnable.
Todos estos pueblos conocían la escritura jeroglífica.
El padre Ximénez, en su Historia del origen de los indios de Guatemala (Viena, 1857), dice: «No es fácil averiguar cuándo comenzó aquesta monarquía de los indios —141→ quichées, porque cuidaron muy poco en escribir el tiempo que cada uno de los reyes reinaba; y sólo dicen los reyes que hubo desde el tiempo que ponen a Balam-quitzé, y desde éste y los otros tres, dicen que son trece generaciones; porque reinaba cuando vinieron los españoles Tecum-Tepepul, que quiere decir amontonada grandeza, majestad, que aborbolla, o que hierve como el agua; pero dándole a cada uno de aquestos reyes cuarenta años, o algo más o menos de imperio, unos con otros, aunque algunos dan muchos años a cada rey, vendrá a caer el principio de aqueste reino como por los años de 1054 del nacimiento de Cristo».
El primer rey, Balam-quitzé, parece que fue el que introdujo la costumbre de sacrificar hombres al dios Tohil. En tiempo del cuarto rey, llamado Cotuha-Ztayub, se dividió el reino en veinticuatro partes, al mando de otros tantos grandes señores, los cuales eran como consejeros, y sin cuyo acuerdo nada se disponía. En el reinado siguiente se rebelaron log de Ilocab, que fueron vencidos, se trasladaron los quichés al lugar donde los encontraron los españoles, llamado Cumarcacha; y el rey que entonces gobernaba, Cucumatz-Cotuha, fue quien levantó gente de guerra y fortificó las fronteras del reino. En tiempo del octavo monarca se sublevaron los cachiqueles, y pusieron un rey de entre los suyos; el reino cachiquel se subdividió poco después en dos, siendo uno de ellos el de los sacatepeques. Reinando el duodécimo rey, llegaron los españoles, los cuales le quemaron, y pusieron en el trono a su hijo Tecum-Tepepul, que fue el último rey.
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La palabra quiché, kiché o quitzé, significa muchos árboles, como lo explicaremos más adelante. Según la relación de un autor antiguo, el nombre quiché se dio al primitivo imperio del Palenque «por las innumerables familias de diferentes naciones que le compusieron, los cuales simbolizaban en figuras de diversos árboles». Es de advertir que al idioma quiché le llaman algunos utlateca. Las palabras caquichel y zutuhil las escriben los autores de diferentes modos, especialmente la última; zutugil, yutahil, etc. A este idioma le llaman algunos zacapula o atiteca.
La obra de que me he servido especialmente para estudiar el quiché es la Gramática publicada por Brasseur de Bourbourg (París, 1862), la cual ha sido formada de diversas obras antiguas, especialmente de las del padre Ximénez, añadiendo el editor varias notas u observaciones