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1 Sal marina
La sal marina es la sal procedente de la evaporación del agua de mar, frente a la sal gema o sal de roca extraída de minas terrestres. Las salinas son los centros por excelencia de producción de sal marina
2La flor de sal es una capa delgada de sal que se forma en la superficie del agua de mar de las eras de cristalización de las salinas marítimas. Su valor gastronómico y organoléptico hacen de esta sal, la sal «gourmet» por excelencia.
3Sal negra es una sal no refinada procedente de la India con un fuerte sabor sulfuroso causado por los compuestos de azufre que contiene esta sal mineral. La sal negra lleva este nombre por su color gris rosado que se debe a su origen volcánico.
Explicación:
Sal común o sal de mesa
Digamos que es la sal estándar, genérica, la más económica y que se puede comprar en cualquier supermercado o tienda de barrio. Se vende en paquetes grandes poco glamurosos y cumple una función básica en la cocina diaria.
Casi siempre es sal de origen marino, lo que se puede indicar o no en el paquete, y presenta un textura fina, aunque hay también sal de mesa más gruesa. Es la variedad que todo el mundo espera encontrar en un salero, para añadir a la comida durante el cocinado, o ya en la mesa.
Sal marina
Este término es poco preciso puesto que solo hace referencia al origen. Dependiendo de la marca, puede ser el nombre anunciado para una sal también común o de mesa, si bien hay sales de mesa que proceden de yacimientos mineros. Cuando no se incluye ningún detalle más, es una sal corriente y versátil para el uso cotidiano.
Otras empresas prefieren llamar sal marina a sus variedades más gruesas, menos refinadas, destinadas para aderezar carnes y pescados cocinados a la brasa o a la plancha. En ocasiones se dice que tiene un sabor más pronunciado que la sal de mesa, pero salvo la variante gruesa, realmente su uso es intercambiable.
Sal yodada y otras enriquecidas
Antiguamente era la más común en las mesas aunque ahora su uso no es tan necesario. Es sal común, generalmente fina, a la que se añade el yodo que se pierde durante su procesamiento para compensar la falta de este mineral en determinadas dietas, con el fin de evitar enfermedades como el hipotiroidismo.
Existen también sales enriquecidas con otros nutrientes, fundamentalmente minerales como flúor, ácido fólido o calcio, que buscan destacar como complemento alimenticio, aunque a efectos prácticos sale más a cuenta llevar una dieta equilibrada.
Desde la década de 1920, en Estados Unidos se empezó a enriquecer la sal con yodo como norma general, debido a los graves problemas de salud pública que causaban por entonces dietas pobres deficientes en yodo, sobre todo en mujeres embarazadas. Hoy es un problema menor, pero aún así se suele indicar en las etiquetas de las sales que no están enriquecidas esa falta de yodo, para que el consumidor esté sobre aviso.
Sal sin sodio o baja en sodio
Estos productos sustituyen total o parcialmente el cloruro sódico de la sal por cloruro potásico. Están destinadas a personas que sufren hipertensión o ciertas enfermedades cardiovasculares. También puede ser una buena alternativa para quienes estén demasiado acostumbrados a sabores excesivamente salados, pues poco a poco puede ayudar a reducir esa dependencia del salero.
Es menos potente que la sal común, por lo que a menudo se añaden potenciadores del sabor o hierbas y especias. Se aconseja utilizar como sal de mesa, pero no para hornear o someter a altas temperaturas, ya que puede dejar regustos amargos.
Sal gruesa o para hornear
Si el paquete no especifica más información adicional, se trata de un tipo de sal menos refinada con una apariencia más rústica, de grano grueso, que puede emplearse para aderezar alimentos en el momento de la degustación, pero es más demandada para hornear.
Por su capacidad de retener la humedad, las sales gruesas se emplean para encurtir o secar pescados y carnes, como el salmón gravlax, y para cocinar a la sal. Para ello hay que crear una costra que cubre por completo el alimento, humedeciéndola con agua o clara de huevo, como se explica aquí.
Sal Maldon
Es un tipo específico de sal en escamas, con nombre propio y marca registrada por la Maldon Salt Company. Proviene de la salmuera evaporada del estuario del río Blackwate, en el condado inglés de Essex. Se produce de manera artesanal desde 1882 a partir de unas condiciones específicas que permite obtener una fina capa de cristales de sal.
Tiene una textura gruesa pero delicada y muy crujiente, con un sabor intenso que la hacen adecuada para aderezar platos ya terminados, no para cocinar. Además de acentuar los sabores naturales de carnes, pescados, verduras o postres -es deliciosa con chocolate negro-, añade un punto salino aromático y, sobre todo, un sabroso contrapunto crujiente.
Flor de sal
Conocida mundialmente por su nombres en francés, la fleur de sel es una de las más populares en alta cocina, también de las más caras. Se consigue a partir de condiciones climatológicas excepcionales, cuando el frío típico del atardecer propicia la cristalización de la salmuera acumulada en las salinas francesas, casi todas en la zona de Bretaña.
El resultado son diminutos cristales de sal marina sin refinar, de una textura muy particular, irregular, muy apreciada en la alta cocina como aderezo o complemento de todo tipo de platos, salados y dulces. La francesa más valorada es la sal gris de Guérande; en España, la flor de Ibiza es también un tipo de flor de sal.
Partiendo de la misma base, cocinar la sal para otorgarle nuevos sabores, se puede ahumar con distintas técnicas. Como la carne o el pescado, absorberá los aromas del producto con el que se ahúme (maderas, carbón...). A menudo se añaden hierbas o especias para crear matices diferentes.
En Estados Unidos es popular la sal salish, ahumada durante al menos dos días con madera de aliso rojo, que le otorga un característico aroma de brasa y chimenea.
Una vez se tiene la sal deseada con la textura adecuada, se puede aromatizar prácticamente con cualquier cosa. El proceso es fácil de hacer en casa, pero cada vez encontramos más y más opciones comerciales en el mercado.
Actualmente existen dos variantes: la sal diluida en agua presentada en spray, para pulverizar directamente sobre los alimentos o platos, y el agua marina o de mar. Esta última se obtiene directamente de las aguas del mar, imitando la antigua constumbre de los pescadores de utilizar este líquido para cocinar.