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Necesitamos ser más conscientes de lo que está pasando y tomar medidas de prevención ante ello
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espero te ayuda :D
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El subsecretario general adjunto de la ONU y director regional de América Latina y el Caribe, Luis Felipe López-Calva, analiza en este artículo* cómo la participación electoral está cambiando durante la pandemia de COVID-19.
En las últimas cuatro décadas, los países de la región de América Latina y el Caribe han logrado importantes avances en la consolidación de las instituciones democráticas. La democracia electoral, pilar esencial, aunque no único, de un Estado democrático, se dio por sentada en toda la región.
La llegada del COVID-19 ha planteado una nueva prueba a la fuerza de estos pilares democráticos. Cuatro instrumentos fundamentales de la participación ciudadana democrática son precisamente las elecciones, junto con la organización política libre y efectiva, la movilización social pacífica y la deliberación pública abierta y de alta calidad.
Todos ellos se han visto afectados en el contexto de una pandemia en la que las interacciones en persona suponen un riesgo para la salud pública.
Según el resumen del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA) sobre el impacto del COVID-19 en las elecciones, al menos 18 países de América Latina y el Caribe celebraron elecciones (nacionales o subnacionales) durante el COVID-19, incluidas las elecciones presidenciales en Bolivia, República Dominicana y, más recientemente, Ecuador.En algunos casos, estas elecciones tuvieron que posponerse (al menos una vez) y se tuvieron que introducir medidas especiales de seguridad. Si bien cada país adoptó su propio enfoque para celebrar elecciones seguras durante el COVID-19, las medidas típicas incluyeron el uso de mascarillas faciales, distanciamiento social, controles de temperatura, desinfección y uso único de lápices de votación.
Algunos países también aumentaron el número de colegios electorales, ampliaron el horario de votación, ofrecieron colegios electorales móviles o hicieron adaptaciones para la votación anticipada o la votación prioritaria para ciertos grupos en riesgo.
Sin embargo, en algunos países, las medidas sanitarias, como los requisitos de cuarentena para quienes dieron positivo por el virus o los que habían viajado recientemente, dieron como resultado la privación del derecho al voto de los votantes en cuarentena en los casos en que no se establecieron acuerdos especiales de votación.
De manera similar, en algunos países, las medidas sanitarias, como la prohibición del transporte público, dificultaron cada vez más el acceso a los colegios electorales para las personas que viven en zonas más remotas. Si bien el COVID-19 puede haber presentado nuevas barreras para votar (es decir, movilidad, seguridad, etc.), también puede haber aumentado el sentido de urgencia de la gente al votar (ya que los ciudadanos buscan líderes para resolver las crisis relacionadas con la pandemia). Además, en muchos países de América Latina, esto está tomando forma en un contexto preexistente de creciente polarización política.
Basándonos en la base de datos de participación electoral de IDEA (y en el Consejo Nacional Electoral de Ecuador para los resultados de su elección presidencial de la primera ronda del 7 de febrero) podemos ver cómo este nuevo contexto ha afectado el comportamiento electoral de la gente en la región hasta ahora.
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