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Salud
Parece obvio, pero imagina cuántas personas aplazan su salud física y/o a cambio de algún placer efímero y pasajero.
Afortunadamente, si estás leyendo esto, es porque te encuentras ante una oportunidad valiosa de reflexionar sobre si tus hábitos se pueden clasificar como saludables y si es así, continuar nutriendo tu cuerpo y mente con lo mejor que puedes ofrecer, o de lo contrario, empezar a valorar tu salud como una parte central en tu vida, como una cualidad que será el primer catalizador para extraer su máximo provecho.
Familia
Si la familia se define como la base fundamental de la sociedad, es porque alguna importancia debe tener, y es que por más que existan momentos complicados en las relaciones familiares, éstas son un punto de partida para formar quiénes somos y qué haremos con ello.
Tanto si tu familia es un gran apoyo en tu vida, como si la relación de parentesco que mantienen no es tan cercana, valorar y agradecer al máximo lo positivo que ésta nos ha aportado o redirigir la energía de aquellas puntos negativos que inconscientemente nos han transmitido, siempre hacia algo mejor, es una buena forma de rendir algún valor hacia lo que nuestra familia ha constituido.
Amistad
La amistad es otra de las cosas más importante de la vida, de hecho, tener amigos a la vez contribuye a que llevemos una salud mental más estable y generemos a nuestro alrededor un círculo de personas que nos transmitan confianza en las buenas y en las malas.
Lo importante será siempre encontrar amigos que representen esa pieza de apoyo que nos ofrece energía para continuar y sacar lo mejor de nosotros, mientras tú a la vez alimentas el ciclo sacando lo mejor de ellos.
Amor
En la lista de cosas más importantes de la vida, jamás debería quedar fuera el amor, por algo se dice que es como el epicentro de todos los ámbitos de nuestra vida, y algo de razón tiene, ya que el amor abarca tantas dimensiones de nuestra vida que sin éste, gran parte de lo que realizamos perdería sentido.
El amor en un sentimiento que impulsará una mejor relación contigo misma, con tus seres cercanos, con tu trabajo, con tus intereses y con todas aquellas cosas de la vida que disfrutas de forma plena.
Tener un propósito
Un buen propósito de vida es una forma de mantener la brújula activa que siempre nos indica hacia qué dirección ir, además, es una gran fuente de motivación para continuar ante las dificultades, incluso para algo que parece tan simple, pero es poderoso, como levantarse de la cama por las mañanas.
Para algunas personas incluso no basta con un solo propósito, por lo que siéntete libre de trazarte todas las metas que te hagan feliz y trabajar muy duro por ellas, confiando en los resultados y aprendiendo mucho durante todo el camino.
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