Respuestas
Respuesta:
Su consumo puede conducir a insuficiencias agudas hépaticas y renales debido a la ruptura de las células musculares.
Explicación:
Pasan los estudios, las investigaciones y cada vez aparecen más y nuevas evidencias del daño que la cocaína produce en el organismo de las personas. Los peligros de su consumo para la salud cerebral y la salud cardíaca fueron a lo largo del tiempo los más habituales y resonantes. Ahora se determinó que el uso cotidiano de esa droga puede conducir también a serias complicaciones tanto en los riñones como en el hígado.
El departamento de Toxicología del Hospital Fernández presentó un informe clínico en el que se resaltó la relación de la cocaína con importantes falencias renales y hepáticas en un paciente. Se trató del caso de un joven de 28 años que ingresó a una consulta por un cuadro de politraumatismos y, luego de varios análisis y la comrpobación de la existencia de cocaína en su cuerpo, se detectó una insuficiencia aguda renal y otra hepática, ambas relacionadas con el uso de esa droga.
Los daños celulares en los músculos
La ruptura de células musculares es, prácticamente, el principal problema que sufren tanto los riñones como el hígado ante el consumo de la cocaína.
En los riñones, la cocaína empieza a destruir las celulas músculares y eso produce que los restos se acumulen y se corra un riesgo serio de que esos órganos se terminasen tapando.
El hígado también puede sufrir un cuadro de la ruptura de células musculares y, al tratarse del único metabolizador que tiene el cuerpo humano, su mal funcionamiento puede desencadenar en insuficiencias de todo tipo en cualquier parte u órgano del cuerpo.
El caso presentado por los especialistas del Hospital Fernández reflejaba un cuadro semejante: el paciente presentaba un valor demasiado alto de la enzima CPK y eso significaba un deterioro evidente de los tejidos musculares de los órganos.
«El informe fue presentado especialmente para concientizar, tanto a la sociedad como a la propia comunidad médica. Muchas veces, pacientes se presentan con un cuadro de dolor abdominal y se niegan a decir que son consumidores habituales de cocaína. Puede ser por vergüenza, por miedo. Sin embargo, una de esas dolencias puede ser el síntoma de un cuadro como el que presentamos y nunca ser detectado», explicó Damin.
«Hay mucho desconocimiento. La gente a veces toma una aspirina y sólo piensa que le puede dar acidez. Después puede sufrir una hemorragia en el cuerpo y posiblemente ni se haya dado cuenta que la propia aspirina puede haber sido uno de los motivos», añadió.
El propio toxicólogo detalló que hasta los propios médicos también necesitan tener en cuenta este tipo de peligros, pese a que no sean los más habituales.