Respuestas
"Creación y Salvación"
La creación como fundamento de la salvación cristiana.
La salvación como plenificación de la creación de Dios
Abrir este Seminario interno de profesores tiene una ventaja y una desventaja. La ventaja es proponer desde el comienzo algunas perspectivas de reflexión, a la luz del misterio de la creación, con respecto al tema de la salvación cristiana y sus mediaciones. Me interesa que esta dimensión pueda estar permanentemente en el tapete de nuestras reflexiones de estos encuentros. La desventaja consiste en que una presentación sistemática se debería realizar más bien al final del Seminario, después de escuchar, dialogar e integrar otras perspectivas: bíblicas, patrísticas, históricas y teológicas del tema. Espero que eso lo pueda hacer el profesor Carlos Casale en su ponencia final. En todo caso, esto le da un carácter provisorio a estas reflexiones, que pretenden ahondar inicialmente sobre un supuesto teológico-fundamental del tema de este Seminario: el carácter de las relaciones entre creación y salvación. Una vez planteada la pregunta por el lugar de la creación en el misterio cristiano en la teología actual (§1), se muestra en cuatro ejemplos considerados significativos, la complejidad de las relaciones entre creación y salvación: en el origen de la doctrina de la creación en el Antiguo Testamento, en la evolución de la teología paulina, en una particular reflexión teológica de Karl Rahner, y en el pronunciamiento conciliar del Vaticano II (§2). Finalmente, pretendo hacer algunas observaciones conclusivas a la luz de lo presentado, intentando iluminar desde el misterio de la creación el tema del Seminario: la salvación y sus mediaciones (§3).
Como un presupuesto fundamental es preciso señalar desde el comienzo que el misterio cristiano es uno solo: Dios, que se nos ha autocomunicado definitivamente en Jesucristo para nuestra salvación. Misterio que en su formulación puede ser articulado en diversas dimensiones o aspectos. Por lo tanto cuando hablamos de creación y de salvación estamos hablando de dimensiones de un misterio. Por otra parte, la pregunta por el inicio siempre surge ante la crisis y las interrogantes del presente (1). No es extraño que ante un hito significativo de la historia humana como el que vivimos, surja la pregunta por la salvación y también se recurra a la pregunta por el origen. Intentaremos aclarar las relaciones entre la salvación y la creación, cómo surgen en este umbral de una nueva etapa de la historia humana, sin olvidar que el tema a dilucidar, en definitiva, es el de la salvación cristiana y sus mediaciones.
§1 LUGAR DE LA CREACION EN EL MISTERIO CRISTIANO, HOY
En el siglo que recién acaba, el tema de la creación ha pasado de estar prácticamente marginado de la reflexión teológica, a ser considerado como fundamento de la historia de la salvación y parte esencialmente integrada al misterio cristiano (2). Se ha pasado de una formulación tradicional sobre la base de la metafísica escolástica a una formulación de cara a los desafíos planteados por la racionalidad moderna, entre los que se cuenta la autonomía de la ciencia y del hombre mismo (3). Tal vez uno de los aspectos que más ha influido en la necesaria reformulación de la verdad de la creación, ha sido el paso de una imagen estática a una dinámica del mundo (4). No es el caso volver a repasar ese itinerario que ya ha sido suficientemente recordado por la reciente teología de la creación. Se ha pasado del "eclipse" a la "reactivación", en palabras de Ruiz de la Peña (5). Esta nueva situación, por lo tanto, exige un tratamiento "positivamente teológico" del tema de la creación, como lo recuerda Juan Noemi (6). Una de las señales de esta nueva situación es la consolidación del tratado específico de Teología de la Creación y la proliferación de manuales acerca del tema. Otra señal más de esta superación de la secundariedad temática de la creación en teología, es la apertura de este Seminario con esta ponencia, con tal que no se considere a la creación un presupuesto filosófico o pre-teológico del tema de la salvación.
Respuesta:
todos estamos llamados pero participamos en las cosas más simples como alludar a una persona que lo necesite o hacer cualquier acto bueno y con eso ya colaboramos a la obra de Dios pero el le pide cosas específicas a persona específicas y que no nos la pida a todos no significa que no participemos coronitaa