• Asignatura: Castellano
  • Autor: leonel246390
  • hace 3 años

tres fábulas tres leyendas​

Respuestas

Respuesta dada por: ale1234589
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Respuesta:

Fabulas:

1. La oveja negra

    Para Tito Monterroso, en sus 80 años

    Había una vez una familia de ovejas. Siempre al final o aparte, estaba una oveja negra. Las demás no eran completamente blancas, tenían aquí y allá sus mechones grises. Pero en pocos años pudieron presumir una total blancura, de una pureza tan hermosa como la de la nieve, el algodón o la espuma del mar. Fue gracias a la oveja negra. Con tan sólo existir, o tratar de existir, siempre al final o aparte, las encaneció prematuramente.

     

   2.  Una anciana yucateca

    En pleno centro de Mérida, una anciana de más de cien años, encogida al metro de altura, un párpado caído, el otro ojo vigilante, la nariz y los labios protuberantes y amenazadores, me dice:

    Dame cinco pesos.

    ¿Por qué cinco? pregunto.

    Porque me miraste y soy pieza de museo que cobra porque la miren. Dame cinco pesos o te va a salir más caro, por seguir mirándome.

    Le di los cinco pesos y me fui. Volteé a verla y me seguía mirando, a lo lejos, con su ojo vigilante, la nariz y los labios protuberantes y amenazadores.

     

    Intersección

    Por el Parque España un joven corría eufórico, los brazos en alto:

    ¡La hice! ¡La hice!

    Daba la impresión de haberse sacado la lotería. Después de dar la vuelta a unas jacarandas, sin dejar de celebrar, se cruzó de frente con un viejo cabizbajo, que se enjugaba las lágrimas con un pañuelo guinda. Se miraron a los ojos. El viejo lo miró desde el fondo de su ser con envidia, rencor, odio. El joven bajó los brazos, caminó despacio, miró al viejo con vergüenza, desconcierto, lástima. El viejo siguió su camino, cabizbajo. El joven siguió su camino, miró al viejo a lo lejos, levantó los brazos nuevamente y continuó su carrera feliz:

    ¡La hice! ¡La hice! -

3. el león y el raton

Érase una vez, un Leónque dormía junto a un árbol, cuando un Ratón se le acercó y comenzó a correr hacia arriba y hacia abajo sobre él. Esto despertó al León, que colocó su enorme pata sobre él y abrió sus grandes mandíbulas para tragárselo.

- Perdóname esta vez, oh rey, nunca lo olvidaré: ¿quién sabe, quizás pueda hacer algo por ti algunos de estos días?

El León estaba tan emocionado ante la idea de que el Ratón pudiera ayudarlo, que levantó la pata y lo dejó ir.

Algún tiempo después el León se vio atrapado en una trampa humana y, los cazadores lo ataron a un árbol mientras buscaban un carro para llevarlo.

Justo en ese momento, pasó el ratoncito, y al ver la triste situación en la que se encontraba el León, se acercó a él y pronto royó las cuerdas que ataban a su nuevo amigo. El pequeño ratoncito logró salvar al león que, le estuvo eternamente agradecido y, desde entonces, siempre le dejó trepar a su lomo.  

Moraleja: no subestimes las capaciades de otras personas porque parezcan débiles. Sé bondadoso con los demás, y los demás lo serán contigo.

leyenda:

La Llorona

Cuentan que una indígena se enamoró de un español de la nobleza colonial. Ambos tuvieron tres hijos pero debían mantener oculta su relación a pesar de la insistencia de la joven para formalizar. Tiempo después, el español se casó con una española de clase alta y la mujer indígena, al enterarse, asesinó a los tres hijos; algunos dicen que lo hizo para demostrarle al español que sus hijos también tenían sangre noble. Desde entonces, el alma de la mujer no descansa y se lamenta por lo que hizo con un grito: ¡Aaaaaaaay, mis hijos!

La Quemada

Otra historia trágica de amor. La protagonista esta vez es una joven llamada Beatriz., hija de un rico español llamado Gonzalo Espinosa de Guevara. Se dice que la chica era muy bella y tenía miles de pretendientes; uno de ellos era un noble italiano, Martín de Seópolli, quien estaba tan enamorado de ella que mandó matar a todo hombre que se le acercara.

Beatriz, acongojada por todas las muertes que su belleza causaba, decidió llevar a su recámara un brasero encendido en el que hundió su rostro para desfigurarlo; los gritos alertaron a la gente que corrió a ayudarle sin poder hacer algo al respecto. Martín, al enterarse de lo que había hecho la joven, le confesó que la amaba por quien era en el interior y no sól por su belleza. Beatriz decidió casarse con él y llevó desde entonces un velo que le cubría el rostro.  

La Enfermera del hospital Juárez

Esta leyenda es más reciente que las anteriores. Cuentan que en la ciudad de México, en el hospital Juárez, trabajaba una enfermera llamada Eulalia que era muy querida por todo el personal y pacientes.  

Al hospital llegó a trabajar un joven médico del que Eulalia se enamoró; cuando estaban a punto de casarse, descubrió que el médico estaba casado y entró en tal depresión que dejó de atender a sus pacientes y algunos murieron.

Eulalia pasó de ser enfermera a paciente y murió en el hospital en el que trabajaba. Los médicos y enfermeras cuentan que se aparece de vez en cuando una enfermera parecida a Eulalia y algunos coinciden en que es el espíritu de la enfermera tratando de enmendar los errores que cometió con sus pacientes durante su depresión.

Explicación:


jesusp29711: bueno
jesusp29711: es sierto
jesusp29711: yyuuuuuúuu
leonel246390: que cosa
jesusp29711: asta la proxima
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