• Asignatura: Inglés
  • Autor: lorenacattaldi6
  • hace 3 años

necesito ayudaaa con esto es para hoy inventar una historia ​

Respuestas

Respuesta dada por: virusxd2011
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Respuesta:

“Érase una vez una joven lechera que llevaba un cubo de leche en la cabeza, camino al mercado para venderla. Durante el camino, la soñadora joven iba imaginando lo que podría lograr conseguir con la leche. Pensó que en primer lugar y con el dinero de la venta compraría un canasto de huevos, los cuales una vez eclosionaran le permitiría montar una pequeña granja de pollos. Una vez estos crecieran podría venderlos, lo que le daría dinero para comprarse un lechón.

Una vez este creciera la venta del animal bastaría para comprarse una ternera, con la leche de la cual seguiría obteniendo beneficios y a su vez podría tener terneros. Sin embargo, mientras iba pensando todas estas cosas la joven tropezó, lo que provocó que el cántaro cayera el suelo y se rompiera. Y con él, sus expectativas hacia lo que podría haber hecho con ella.”

Este cuento, que cuenta con versiones de Esopo y La Fontaine (siendo este último el que hemos reflejado), nos enseña la necesidad de vivir en el presente y que a pesar de que soñar es necesario también debemos tener en cuenta que ello no basta para lograr nuestros propósitos. Inicialmente, es una pequeña historia que nos avisa de tener cuidado con que la ambición no nos haga perder el sentido.

Asimismo, en algunas adaptaciones se incluye también un diálogo posterior entre la lechera y su madre, quien le cuenta que gracias a tener fantasías parecidas pudo lograr montar una granja: en este caso es una reflexión de que necesitamos soñar y ambicionar, pero cuidando lo que hacemos para llegar a cumplir los objetivos, además de no rendirnos ante el primer tropiezo u obstáculo.

Explicación:

Respuesta dada por: nuriamoca09
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Había una vez un gran rey que amaba mucho a los animales, por eso, un día recibió como regalo dos hermosas crías de halcón. El rey, siempre cuidadoso, entregó las aves al maestro cetrero para que las alimentara, cuidara y entrenara. El tiempo pasó y algunos meses después los halcones crecieron. El maestro cetrero pidió una audiencia con el rey cetrero para explicarle que uno de los halcones volanta con normalidad, pero que el otro había permanecido en la misma rama que usaba para vivir, nunca había levantado vuelo. El rey muy preocupado hizo llamar a diferentes expertos, pero ninguno pudo ayudar.

Ya desesperado, ofreció una recompensa a quien hiciera que el ave pudiera volar. Al día siguiente, el halcón volaba con libertad por los aires. El rey ordenó que le trajeran al responsable de tal hazaña. Se trataba de un joven campesino. El rey, antes de entregarle la recompensa, le preguntó cómo había hecho volar al halcón a lo que el joven le respondió: —Solo partí la rama, el halcón no tuvo otra opción que volar.

Moraleja: Tenemos que alejarnos de nuestra zona de confort para descubrir de qué somos capaces en realidad.

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