Respuestas
Tener o no agua, se está convirtiendo en una condicionante del desarrollo. Sea que se refiera al desarrollo económico o social, una sociedad y un país son altamente dependiente de sus recursos hídricos. Si la protección ambiental no ha alcanzado el debido lugar para incidir en la toma de decisiones, el agua, a fuerza de su escasez o contaminación, terminará teniendo este lugar.
Sin agua no puede plantearse el desarrollo. Todavía la vemos como un regalo de dios y como un recurso que no se acabara, pero los hechos y los datos nos muestran otro panorama. Dentro de la sociedad muchos son reacios a pagar por su uso, mientras que otros proponen soluciones extremas como confiarla al mercado. El rol del gobierno es precisamente establecer ese óptimo decisorio para mediar entre estos extremos.