Respuestas
Respuesta:
La historiadora de la Iglesia Angela Pellicciari: los masones estudiaban estrategias subversiva para acabar con el poder eclesiástico.
¿La Masonería intentó alguna ver destruir la religión en Italia? ¿Ha actuado alguna vez para bloquear la acción de la Iglesia católica y hundirla? La respuesta es positiva. En el sentido de que la Masonería, desde su nacimiento, intentó socavar el poder de la Iglesia con acciones subversivas que fueron reprimidas por los papas.
Angela Pelliccieri, historiadora del Risorgimento y profesora de Historia de la Iglesia, explica a Aleteia: “La masonería moderna nace en Londres en 1717: la iglesia emite la primera de sus cientos de condenas y excomuniones en 1738 con la carta apostólica In Eminenti de Clemente XII. “Llenos de una cierta afectada apariencia de natural honradez”, escribe el papa a propósito de los francmasones. El papa tiene razón: la masonería tiene siempre en los labios la palabra “moral”, pero la moral a la que se refiere no es la moral revelada”.
La persecución antirreligiosa
Como en Francia durante la revolución, como durante el imperio del masón Napoleón, como en América Latina, como en España y Portugal, la masonería es una sociedad revolucionaria que los príncipes apoyan “sin darse cuenta de que están firmando su propia ruina”, sentencia la historiadora. “Los papas lo recuerdan a menudo pero no son escuchados. Bajo el pontificado de Gregorio XVI, la policía descubre una documentación de gran interés sobre los carbonarios (una sociedad secreta de derivación masónica) que muestra como el odio por la iglesia va acompañado del odio a la familia”. [N.d.e. En 1859, el Papa Pío IX hizo publicar unos documentos intervenidos a la Carbonería en los que se detalla su estrategia para infiltrarse en el Vaticano]
Los arbonarios pretendían infiltrarse dentro del clero. El 18 de enero de 1822, Piccolo Tigre escribe a los afiliados piamonteses: “sirviéndoos del pretexto más fútil, pero nunca político o religioso, cread vosotros mismos, o mejor aún, hace que sean creadas por otros, asociaciones que tengan como fin el comercio, la industria, la música, las bellas artes. Reunid en un lugar cualquiera, incluso en las sacristías o capillas, a vuestros seguidores que aún no saben nada; ponedles bajo la guía de un sacerdote virtuoso, conocido, pero crédulo y fácil de engañar; infiltrad el veneno en los corazones elegidos, infiltradlo en pequeñas dosis y como por casualidad; a continuación, os sorprenderéis vosotros mismos de vuestro éxito”.
“Secreto, juramento, ningún escrúpulo en el uso de cualquier medio porque el fin justifica los medios, calumnia, mentira, homicidio, son las armas a las que las asociaciones secretas recurren para llevar a cabo sus planes – afirma la experta. El juramento en particular acompaña todos los avances en el grado masónico”. En el momento de su ingreso en la logia como aprendiz, el candidato jura así: “Prometo no revelar jamás los secretos de la Libre Masonería; no dar a conocer a nadie lo que se me desvelará, bajo pena de que me corten la garganta, me arranquen el corazón y la lengua, me desgarren las entrañas, corten mi cuerpo en pedazos, lo quemen y reduzcan a polvo, y este sea esparcido en el viento para execrada memoria e infamia eterna”.
En 1864, poco después del merito “grandioso” que las logias se atribuyen por haber desencadenado el mayor ataque contra la iglesia católica en su patria de elección (Roma e Italia), los artículos 3 y 7 de las constituciones de la masonería italiana establecen: “Art. 3. Su fin [de la masonería] directo e inmediato es el de concurrir eficazmente al la realización progresiva de estos principios en la Unidad, para que se conviertan gradualmente en ley efectiva y suprema de todos los actos de la vida individual, doméstica y civil”; “Art. 7. La meta última de sus trabajos es la de reunir a todos los hombres libres en una gran familia, que pueda y debe poco a poco suceder a todas las sectas, fundadas en la fe ciega y la autoridad teocrática, a todos los cultos supersticiosos, intolerantes y enemigos entre sí, para construir la verdadera y única iglesia de la Humanidad”
Explicación:
DAME CORNA