9: Extraer 5 Sustantivos, 5 Adjetivos y 5 Verbos Del siguiente texto:
Orfeo era hijo del rey de Tracia y de la musa Calíope. El dios Apolo le regaló una lira y sus tías, las musas, le enseñaron a tocarla. Poseía una exquisita sensibilidad para la música y acompañaba sus melodías con bellísimos poemas que él mismo componía. El arte de Orfeo era tan maravilloso que, cuando tocaba, no sólo los hombres acudían embelesados, sino que las fieras se acercaban mansamente a escucharlo. Y hasta dicen que las plantas, e incluso las piedras, se movían por el encantamiento de su dulce voz.
Lo inspiraba de manera especial tocar rodeado por la naturaleza. Así, conoció a la ninfa Eurídice. Estaba tocando su lira en un bosquecillo y ella se acercó a escucharlo, irresistiblemente atraída por la deliciosa música. De inmediato, surgió el amor entre ellos.
Poco tiempo después se celebró el matrimonio entre Orfeo y Eurídice con una gran fiesta. La novia estaba radiante y decidió bromear con su enamorado.
-¿A que no puedes alcanzarme, Orfeo?- susurro en su oído, y corrió a esconderse en el bosque.
El músico fue tras ella riendo, pero la perdió de vista.
Entonces sucedió algo terrible Aristeo, un antiguo pretendiente de Eurídice, salió de entre los árboles y se interpuso en el camino de la joven. En su rostro había un gesto amenazador. Eurídice se asustó mucho al verlo y corrió. En su huida, piso una serpiente venenosa. Murió inmediatamente a causa de la mordedura.
El corazón de Orfeo se desgarro de dolor por la muerte de su amada. ¿Cómo podría continuar viviendo sin Eurídice? ¿Qué sentido tenía la vida sin la mujer que amaba? Desesperado, el joven decidió acometerla más aterradora empresa: descender al reino de los muertos para rescatar a su esposa.
Bajó al Tártaro por una hendidura de la tierra. En la oscuridad, sintió uno amenazadores gruñidos y vio tres pares de ojos de fuego que lo observaban amenazadores. Era Cerbero, el perro guardián del mundo de los muertos, que tenía tres cabezas y cola de serpiente. Pero como Orfeo era valiente, tomó su lira y lo aplacó con su música maravillosa. Avanzó luego hasta el río Aqueronte, donde estaba el barquero encargado de cruzar las almas al reino de las sombras. Se llamaba Caronte. Apelando nuevamente a su arte, lo convenció de que lo dejara en la otra orilla.
Caminando entre las almas de los muertos que vagaban como sombras, llegó ante los dioses del Tártaro, Hades y Perséfone. Ante ellos entonó la más dulce y triste de las canciones.
-Mi canto refleja el dolor que hay en mi corazón a causa de la muerte de mi esposa Eurídice. En vuestras manos está el poder de calmar esta profunda herida de amor devolviéndole la vida a mi esposa ¡Piedad!
- Valeroso Orfeo-le dijo Hades-, tu música sin par ha despertado nuestra compasión. Muy grande ha de ser tu amor por Eurídice para que te hayas atrevido a descender a nuestro sombrío reino. Por lo tanto, te concederé lo que deseas. Ahora presta atención, pues hay un solo modo de lograrlo. La sombra de Eurídice te seguirá pero, hasta que los dos no hayan pisado el reino de los vivos, no podrás mirarla. ¡No vuelvas la vista atrás, Orfeo, o tu esfuerzo habrá sido inútil!
Los ojos del músico brillaron de alegría y, dando gracias a los dioses subterráneos, emprendió el camino hacia la luz del sol seguido por la sombre de su amada
Atravesó el río Aqueronte y luego Cerbero lo saludó moviendo su horrible cola. Ya faltaba poco. Sólo le restaba trepar hasta el hueco por el cual había entrado.
Mientras ascendía, aguzó el oído: ni un suspiro, ni el roce de la túnica contra el suelo, nada. ¿Y si Hades lo había engañado? La angustia y la desconfianza le roían el corazón, pero continúo subiendo.
De pronto sintió sobre su rostro la tibia luz del sol y no soportó más. Miró hacia atrás de inmediato. La sombra de Eurídice venía unos pasos más atrás, por lo que aún no había pisado el reino de los vivos. ¡Desdichado Orfeo! En su impaciencia no había cumplido la condición que le había impuesto Hades para devolverle a su esposa pues se había dado vuelta antes de tiempo. El alma de la bella Eurídice se hundió en la negrura del mundo subterráneo con un largo y profundo lamento, dejando al desconsolado Orfeo nuevamente sólo.
Muchos años después, cuando Orfeo murió y fue a reunirse con su amada Eurídice en el reino de Hades, Zeus convirtió su maravillosa lira en una constelación para inmortalizar la historia del héroe.
Respuestas
Respuesta dada por:
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Respuesta:
sustantivos: Rey,Zeus,reino, mundo, luz
adjetivos: inútil, maravillosa,tibia, profundo,largo
verbos: saludó, hundió, venía, murió, continúo
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