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3:1Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios.
3:22 sino que pedirá cada mujer a su vecina y a su huéspeda alhajas de plata, alhajas de oro, y vestidos, los cuales pondréis sobre vuestros hijos y vuestras hijas; y despojaréis a Egipto.
Dios da a Moisés instrucciones específicas: "Ve a los ancianos de Israel y dile que te envié. Diles que voy a sacarlos de Egipto a Canaán.” Moisés, con los ancianos tenían que ir al Faraón y pedir un viaje de tres días al desierto sólo para hacer sacrificios a Dios. Pero Faraón se negaría. Note que Dios ya le dijo a Moisés que el primer intento sería un fracaso. Veremos más adelante después del primer intento y fracaso de Moisés que él se va deprimir. ¡Dios le dijo que la primera vez que iba a ser un fracaso! Después del primer fracaso Dios extenderá Su mano poderosa e hiciera milagros que el mundo jamás había visto.
Después de estos milagros el pueblo de Israel no dejaría a los egipcios con las manos vacías. Cada israelita pediría a su vecino para pedir prestadas joyas y ropa, y los egipcios los sacarían de su país ¡con todos los artículos! Israel saqueara a los egipcios. Esta sería su compensación por todo el trabajo realizado en Egipto. Israel seria salvó milagrosamente como pueblo de Dios. Dios completa sus promesas a todas las generaciones en Su tiempo. Israel se salvó únicamente cuando Dios decidió que era el momento.
Esclavos israelitas serían conquistadores de dinastía a través de un hombre de 80 años que fue facultado por Dios. Nótese que dije el poder venía de Dios. Dos millones de esclavos y un hombre de 80 años no fueron suficientes, tenían que depender del poder de Dios. Somos hijos de Dios, tenemos que mostrarle el debido respeto y el honor como lo hizo Moisés. Aunque Jesús hizo colmar una enorme brecha entre Dios y el hombre, Dios sigue siendo Dios, y todavía somos criaturas. Él no sólo es nuestro amigo, pero nuestro Señor, Salvador y Creador. A través de Dios las naciones caigan, y resucitan; sin Dios no hay nada que existe.