• Asignatura: Castellano
  • Autor: Anónimo
  • hace 4 años

AYUDA PLISSS NO ES MUCHO SOLO LEER PERO TENGO MAS TAREA

Lee el siguiente fragmento y subraya en el con color azul los artículos que encuentres.
Una vez que llegó al país cálido, en donde las personas son de color caoba o incluso
negras, comprendió que durante el día apenas se podía hacer vida, ya que el calor era
sofocante. En cuanto el sol se ponía y salían las estrellas, las calles se llenaban de
bullicio.
Así que, el sabio, pasaba mucho tiempo durante el día en su habitación,
observando el balcón que tenía en frente y jugando con su propia sombra, que
evidentemente, se movía al tiempo que él lo hacía. Cuando él se estiraba, la
sombra se alargaba hasta casi tocar el techo; y cuando él se sentaba, la sombra,
cuya luz de las bombillas tenía detrás, se dirigía hacia delante hasta casi rozar el
balcón de hermosas flores que cada día observaba el extranjero.
El hombre, aburrido de pasar tanto tiempo allí solo, comenzó a hablar con su propia
sombra.
– Ay, si al menos tú pudieras mirar qué hay dentro de esa casa…
Al joven sabio le llamaba mucho la atención ese balcón cuya puerta siempre estaba
semi- abierta. Las flores eran delicadas y hermosas y bien cuidadas, pero nunca
había conseguido ver a nadie. ¿Quién viviría allí? Por más que había preguntado,
nadie parecía tener la respuesta. De hecho, a esa vivienda no se podía acceder de
ninguna forma, ya que debajo solo había tiendas y no había ningún portal. Desde
luego, era un misterio…

Respuestas

Respuesta dada por: mamro10sael
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Respuesta:

Lee el siguiente fragmento y subraya en el con color azul los artículos que encuentres.

Una vez que llegó al país cálido, en donde las personas son de color caoba o incluso

negras, comprendió que durante el día apenas se podía hacer vida, ya que el calor era

sofocante. En cuanto el sol se ponía y salían las estrellas, las calles se llenaban de

bullicio.

Así que, el sabio, pasaba mucho tiempo durante el día en su habitación,

observando el balcón que tenía en frente y jugando con su propia sombra, que

evidentemente, se movía al tiempo que él lo hacía. Cuando él se estiraba, la

sombra se alargaba hasta casi tocar el techo; y cuando él se sentaba, la sombra,

cuya luz de las bombillas tenía detrás, se dirigía hacia delante hasta casi rozar el

balcón de hermosas flores que cada día observaba el extranjero.

El hombre, aburrido de pasar tanto tiempo allí solo, comenzó a hablar con su propia

sombra.

– Ay, si al menos tú pudieras mirar qué hay dentro de esa casa…

Al joven sabio le llamaba mucho la atención ese balcón cuya puerta siempre estaba

semi- abierta. Las flores eran delicadas y hermosas y bien cuidadas, pero nunca

había conseguido ver a nadie. ¿Quién viviría allí? Por más que había preguntado,

nadie parecía tener la respuesta. De hecho, a esa vivienda no se podía acceder de

ninguna forma, ya que debajo solo había tiendas y no había ningún portal. Desde

luego, era un misterio…

Explicación:

los artículos acompañan siempre a un sustantivo.

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