Respuestas
Respuesta:
la gente no creería en la esperanza a
Explicación:
porque si perdiera una vez ya no querría intentarlo otra vez porque no tendría esperanza
*DATE UNA IDEA CON ESTO* n un mundo plagado de interrogantes y cuyas respuestas parecen diluirse en el diario acontecer, la mirada de la fe permite observar las problemáticas con una visión esperanzadora, sobre todo cuando esa fe va respaldada por obras que se traducen en beneficio para ciertos grupos vulnerables. Es por eso que Gerardo R. Valenzuela, productor editorial de Foreign Affairs Latinoamérica, se reunión con el presbítero Flor María Rigoni, fundador del Albergue Belén para migrantes de Tapachula, Chiapas, para dialogar sobre el fenómeno migratorio en el sur de México, sobre el problema de los derechos humanos en el país y sobre los riesgos que corren los sacerdotes al ejercer sus ministerios en comunidades en conflicto.
Foreign Affairs Latinoamérica – Mucho se habla del problema de la migración ilegal en el norte de México, pero por años la frontera sur permaneció fuera del debate regional sobre el tema. ¿Cuál es la situación de la migración en la frontera sur del país?
P. Flor María Rigoni – En este momento la frontera sur es uno de los centros neurálgicos de interés, si no mundial, de Estados Unidos y de Europa. Tenemos un promedio de tres entrevistas y solicitudes de periodistas de televisión a la semana. Se hacen documentales. ¿Por qué? Porque la frontera sur se está volviendo uno de los eslabones más débiles de la cadena de migración.
Hay intereses distintos que llevan a lo mismo. Hay visitas continuas. Por ejemplo, el Embajador de Estados Unidos en México vistió dos veces el albergue (en Chiapas), algo que nunca había pasado. (Vino al estado) el número uno de aduanas, el número dos del Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE), dos generales, uno de Washington, de ahí del Pentágono, sobre seguridad. ¿Por qué? Tú sabes que la fuerza de una cadena está en su eslabón más débil y el sur de México está cambiando el rostro de la migración porque se están infiltrando verdaderos agentes del crimen organizado.
Me duele decirlo porque la migración, por lo general, no es así. Pero Centroamérica es una guerra civil no declarada. Puede explotar de un momento a otro, pero sería simplemente reconocimiento de algo que ya se está llevando a cabo. Como se ha presentado ante la Organización de las Naciones Unidas, los dos países más violentos del mundo están en Centroamérica. Además, en el sur de México hay una zona indígena muy fuerte, hay culturas distintas de las del centro y norte de la República, y hay una frontera imposible de controlar. Si no pudieron controlar la (frontera) del desierto, menos los 920 kilómetros de jungla tropical.