Respuestas
Respuesta:
Espero te sirva
Explicación:
En la sociedad de consumidores nadie puede convertirse en un sujeto sin antes convertirse en producto, y nadie puede preservar su carácter de sujeto si no se ocupa de resucitar, revivir y realimentar a perpetuidad en sí mismo las casualidades y habilidades que se exigen en todo producto de consumo.
Zygmunt Bauman, Vida de consumo.
Para comprender la tesis del consumismo en Zygmunt Bauman, es menester relacionarla con la columna vertebral de su obra reciente: la metáfora de la modernidad líquida. El sociólogo —de origen polaco— plantea entender la diferencia entre lo sólido y lo líquido en los siguientes términos:
Los fluidos se desplazan con facilidad, fluyen, se derraman, se desbordan, salpican, se vierten, se filtran, gotean, inundan, chorrean, manan, exudan; a diferencia de los sólidos, no es posible detenerlos fácilmente —sortean algunos obstáculos, disuelven otros o se filtran a través de ellos, empapándolos. Emergen incólumes de sus encuentros con los sólidos; tras el encuentro, sufren un cambio: se humedecen o se empapan (Bauman: 2009: 8).
La alegoría planteada por Bauman versa sobre las cualidades de los estados sólido y líquido. Mientras los sólidos tienen una resistencia a la separación debido a la cohesión de sus moléculas, los líquidos no conservan su forma, pues se adaptan al lugar que las contiene: no se fijan al espacio ni se atan al tiempo como advierte el propio autor. En el estado líquido el tiempo pasa a último término, a diferencia del estado sólido que lo detiene y lo neutraliza.
Al desarrollar su idea del consumismo, estos aspectos de la teoría física son utilizados por Bauman para referirse a la modernidad en su etapa sólida (la época de la creación de las instituciones sociales tras la posguerra) o sociedad de productores y a la modernidad líquida (el proceso de globalización reciente) o sociedad de consumidores.
Mientras que la modernidad sólida configuró un paradigma basado en la estabilidad en prácticamente todos los aspectos de la vida social (el empleo, la educación, la seguridad social), la modernidad líquida produjo una eclosión que desmanteló las nociones y las instituciones que daban certidumbre a la vida pública. De ahí que la transición de la primera a la segunda modernidad —parafraseando a Ulrich Beck— cause entre otras transformaciones el viraje de la sociedad de productores a la sociedad de consumidores (Beck: 1998).
Para abordar el concepto de consumismo en Bauman es necesario realizar un abordaje de su texto Vida de consumo, obra sujeta a una hipótesis general y una particular que dan sustento a la elaboración de tres tipos ideales. La hipótesis general es el paso de una sociedad de productores (sociedad sólida) a una sociedad de consumidores (sociedad líquida) en los últimos años. En tanto, la hipótesis particular supone una reconfiguración de la idea moderna del sujeto cartesiano, que racionalmente se apropia de su entorno y sus objetos, a una noción de sujeto convertido en objeto o producto.
A efecto de comprobar estas hipótesis, Bauman elabora tres tipos ideales, modélicamente weberianos, a partir de la siguiente justificación:
Es necesario insistir en que aquí los “tipos ideales” no son instantáneas o impresiones de la realidad social, sino intentos de construir, a partir de sus elementos esenciales y su configuración, una tipología que vuelva inteligible la caótica y dispersa evidencia que recoge la experiencia… Los tipos ideales no son descripciones de la realidad social, sino herramientas para su análisis… Son abstracciones que intentan captar la singularidad de una configuración compuesta por ingredientes que no son para nada especiales o específicos, abstracciones que individualizan los patrones que definen esa configuración y los separan de la multitud de aspectos que comparten con otras configuraciones.1
De acuerdo con Bauman, estos tres tipos ideales son ventanas para entender la genealogía de la sociedad líquida. El primer tipo ideal es el consumismo, concebido en su relación contraria o extrema respecto al consumo. El segundo tipo ideal lo componen las dinámicas que suponen la puesta en marcha del consumismo en la sociedad de consumidores. El tercer tipo ideal es consecuencia de los dos primeros: el establecimiento de una cultura de consumo.
Respuesta:
wueniiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii