a) ¿Cuál es la diferencia entre la nueva corriente de pensamiento surgida en la Época Moderna y el período anterior (Época Medieval)?
b) ¿En qué lugares se origina esta nueva forma de pensamiento?
c) ¿Quiénes fueron los “mecenas”?
d) ¿Qué relación existe entre esta nueva forma de pensamiento y la posterior separación de la Iglesia Católica? Explique con 2 razones.
Respuestas
Respuesta:
La Época Moderna se caracteriza por el predominio de una nueva corriente de
pensamiento que pone en el centro de sus preocupaciones al ser humano, en
contraposición a las corrientes teístas que ponen a Dios o a varios dioses como centro
de interés. La mirada cambia, se traslada desde Dios hacia el ser humano. Estamos
hablando del humanismo.
El humanismo puede definirse como la dimensión intelectual del Renacimiento. Su
nacimiento se ubica en Italia, en ciudades como Roma, Venecia y especialmente
Florencia, desde donde se difundió hacia otros países de Europa, fundamentalmente
los Países Bajos. Los humanistas quisieron dar respuestas a las interrogantes de su
época recurriendo tanto al cristianismo como a la filosofía grecolatina, creando un
sistema intelectual caracterizado por la supremacía del hombre sobre la naturaleza. Su
intención fue la de desarrollar el espíritu crítico y la plena confianza en sus propias
posibilidades.
Algunos de sus representantes fueron Gianozzo Manetti, Marcillo Ficino y Giovanni
Picò della Mirandola, quien probablemente fue uno de los primeros en usar la palabra
humanismo para caracterizar a este nuevo movimiento. En Florencia se crea una
importante Academia con el apoyo de los Médicis, y surgen mecenas –personas con
poder económico o político- que apoyaron, protegieron y recibieron en sus palacios a
los nuevos creadores. Protegidos por los mecenas, muchos intelectuales y artistas
pudieron materializar sus obras.
Otro de los pensadores humanistas importantes fue Erasmo de Rotterdam (1466-
1536), autor de El Elogio de la Locura, Enquiridión, y Coloquios. Fue creador de una
corriente denominada erasmismo, que se difundió por toda Europa y tuvo una
duración de más de un siglo. Fue el mayor crítico de las estructuras de la iglesia del
siglo XVI y muchos de sus discípulos se convirtieron al protestantismo. Abogó por
mayor instrucción para el pueblo y por una piedad auténtica alejada de la
superficialidad. Influyó en diferentes pensadores de su época, como por ejemplo, en
el italiano Maquiavelo, autor de El Príncipe; el inglés Tomás Moro, autor de Utopía; el
francés Montaigne y los españoles Luis Vives y Elio Antonio de Nebrija.
Una de las principales características de esta nueva mirada del mundo fue el
individualismo. Una recuperación de la esencia humana considera al ser humano tanto