Respuestas
Respuesta:
Por cuenta propia.
Explicación:
Si eras víctima de un delito, tenías que defenderte solo, como lo demuestra un caso particularmente difícil discutido en un antiguo manual sobre el derecho romano.
El caso se refiere a un comerciante que mantenía su negocio abierto por la noche y dejó una lámpara en el mostrador que daba a la calle. Cuando un hombre le robó la lámpara, el tendero lo persiguió y empezaron a pelear.
El ladrón llevaba un arma (un trozo de cuerda con un pedazo de metal en el extremo) y la usó contra el tendero, quien respondió golpeándolo con tal fuerza que le sacó un ojo al ladrón.
El dilema para los abogados romanos fue si el comerciante era responsable por la lesión.
En un debate que hace eco de algunos de nuestros propios dilemas acerca de qué tan lejos puede ir un propietario para defenderse de un ladrón, decidieron que, dado que el ladrón había estado armado con una desagradable pieza de metal y había dado el primer golpe, debía asumir la responsabilidad por la pérdida de su ojo.