el conocimiento se puede lograr mediante la lógica filosófica y también mediante experimentos ¿cuál prefiero Aristóteles y c
uál prefiero Galileo?
Respuestas
Respuesta:
es Aristóteles por que sabe más dela lógica y ya que esto puede servir el algo
Respuesta:
Es la historia de dos amigos que, a la hora de la siesta, salen
a jugar por el barrio. Son fuertes, son sanos, son alegres,
aman la vida y la desafían en inocentes aventuras. Un día
deciden colgarse de los durmientes de un puente mientras por
arriba, encima de sus cabezas, en minutos pasará un tren.
Datos sobre el autor
Humberto Costantini, poeta, narrador, autor teatral, nació el
8 de abril de 1924, en el porteño barrio de Villa Pueyrredón.
Ejerció la profesión de médico veterinario en la llanura de la
provincia de Buenos Aires, y a su regreso a la ciudad practicó
oficios diversos: vendedor, ceramista, investigador científico en
un laboratorio, artesano, actividades que le permitieron conocer
variados rasgos y caracteres humanos que enriquecieron el
abanico de seres que pueblan sus cuentos y novelas.
Publicó los libros de cuentos De por aquí nomás (1958); Un
señor alto, rubio de bigotes (1963); Una vieja historia de
caminantes (1970); Bandeo (1975) y En la noche (1985),
los libros de poesía Cuestiones con la vida (1966) y Más
Humberto Costantini I 3
cuestiones con la vida (1974), el relato épico El libro de
Trelew (1973), varias obras teatrales (¡Chau, Pericles!; Tres
monólogos; la pieza para niños Una pipa larga, larga, con
cabeza de jabalí), y las novelas Háblenme de Funes (1970,
llevada al cine por Raúl de la Torre); De dioses, hombrecitos
y policías (1979) que obtuvo el Premio Casa de las Américas;
La larga noche de Francisco Sanctis (1984) y La rapsodia de
Raquel Liberman (1987, dos tomos de tres concluidos).
Cacho Costantini colaboró con las revistas Gaceta literaria y
El escarabajo de oro y participó del Movimiento de Escritores
para la Liberación Nacional, por el que fue candidato a la
presidencia de la SADE. Militó desde joven en el Partido
Comunista del que pronto se desvinculó por sus diferencias con
el estalinismo, adhiriendo más tarde al Partido Revolucionario
de los Trabajadores. Luego del secuestro de Haroldo Conti, con
quien iba a encontrarse el mismo día de su desaparición, y en la
certeza de que su vida corría peligro, fue obligado por su círculo
de amigos a embarcarse hacia México, donde vivió siete años.
Regresó a Buenos Aires en 1983, ciudad en la que murió cuatro
años después, el 7 de junio de 1987.
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